La emblemática cruz, símbolo religioso y uno de los puntos turísticos más visitados de la región, ha sido restaurada después de su desplome debido a los intensos vientos que azotaron a Angastaco hace una semana.
Esta estructura no solo representa un importante referente para los angastaqueños, sino que también atrae a numerosos turistas, amantes del senderismo y la naturaleza.
El personal municipal actuó con rapidez para restaurar la cruz del cerro, un ícono del paisaje local que había caído como víctima de las inusuales ráfagas de viento que alcanzaron la zona. La noticia sobre la caída de este emblemático símbolo conmocionó a los habitantes de Angastaco, quienes la consideran parte fundamental de su identidad cultural.
“Es fundamental para nosotros restaurar la cruz; es parte de nuestra historia y nuestra cultura”, expresó un portavoz del municipio, subrayando la importancia de este monumento en la vida cotidiana de la comunidad.
La Cruz del Cerro no solo es un ícono religioso, sino que también es conocida por ser el punto de partida de una caminata de aproximadamente5 kilómetros, considerada de dificultad moderada, que ofrece espectaculares vistas panorámicas de la región. Los visitantes acuden en masa a esta caminata, en búsqueda de disfrutar del aire puro y la belleza natural que el entorno ofrece.
Con su restauración, los residentes de Angastaco respiran aliviados, sabiendo que su símbolo de fe y cultura ha vuelto a ocupar su lugar en el horizonte. La comunidad espera que este restablecimiento sirva como un recordatorio de la resiliencia de su gente y de la importancia de preservar su patrimonio.
*Con información de Ofelia Vilte*