La quema del judas, es una de las celebraciones que más esperan los chicos. Son los días donde podrán juntar caramelos, mientras los padres degustan un vino hervido con canela o cáscara de naranja.
El 23 y el 28 de junio las familias comienzan con el armado del Judas en horas de la mañana. En algunos hogares comienzan a preparar las empanadas o locro para el convite que se realizará por la noche.
Los chicos son los encargados de transportar al Judas por las calles de Cafayate al grito de “que viva San Pedro y San Pablo” y “que tiren caramelos”. Estas son las frases mas escuchadas en los lugares donde se preparan los fogones o en los comercios del barrio que son visitados por los chicos que en lomo de burro, bicicletas, carros o coches transportan a los Judas.
Durante los fogones de San Juan, ya es una tradición que el cierre se haga en el negocio conocido como «24 horas», un comercio ubicado en la zona norte de la ciudad de Cafayate. Mientras que para las festividades de San Pedro y San Pablo la gente se concentra en los distintos barrios para finalizar en lo de Pedro Condorí, en Chacabuco y Sebastian Arias, con una lluvia de caramelos.
Este año se juntaros mas de 400 personas para disfrutar y juntar los mas de 60 kilogramos de caramelos con los que se hicieron «quila quila».
En muchas casas se preparan fogones, se queman judas y se celbra el Día de San Pedro y San Pablo, entyre las más conocidas están las de Pedro Sarapura, Pedro Armengol Gutiérrez o Pedro Garrido o familias como las de Corregidor, López o Barrientos que continúan con esta tradición festejando un poco el cumpleaños de algún Juan, Pedro o Pablo y de esta manera dan continuidad a esta tradición que en Cafayate no muere.