Para algunos artesanos fue una muy mala temporada, para otros las vacaciones de invierno les dejaron solo para tirar los próximos dos meses. El dato no es menor ya que el crecimiento que tuvo esta actividad en Cafayate lo terminó convirtiendo en un importante factor de ingresos. Se estima que no hay menos de 500 artesanos en esta ciudad.
Los productos mas requeridos por los turistas fueron cerámicas decorativas y utilitarias, canastos hechos en simból, tejidos: mantas, chales, medias de llama y camperas de lana, artículos de platería, en todos los casos los artesanos destacaron que se prefirió artículos pequeños.
Los vinos artesanales estuvieron tambien entre los productos pedidos por el turismo entre ellos la mistela y el patero. Los reconocidos y premiados vinos de las bodegas cafayateñas siguen estando en las preferencias de los visitantes, nadie quiere salir de esta tierra sin llevarse aunque sea una botella.