La mujer que todavía sigue en la lucha para que los responsables de haber requisado y desnudado a su hijo de 13 años en la Escuela de Educación Especial de Cafayate se hagan cargo de los daños provocados, ratificó que no lo volvió a mandar a clases.
Angustiada expresó “hoy en día mi hijo está muy enfermo, con muchos nervios por eso no puedo mandarlo a la escuela ni exigírselo. Para él la escuela es lo peor. El viernes pasado empezó con muchísimo vómito, no está comiendo bien, está bajando de peso. Los médicos me dijeron que es por muchos nervios y que la boca del estómago se le había endurecido como un tipo úlcera”.
Tras el lamentable incidente el menor esta concurriendo a un psicólogo que lo ayude de alguna forma a olvidar lo que le hicieron.
En tanto, la madre sostiene que los responsables “tienen que pagar todos los daños que cometieron contra nuestros hijos”.