El intendente de Cafayate Néstor Fernando “Casita” Almeda, cumplirá este lunes 10 su primer año frente a la administración de la Municipalidad de Cafayate.
El comienzo y los primeros pasos dados no fueron tranquilos ya que una de sus primeras medidas fue despedir a 23 trabajadores a los que luego tuvo que reincorporar. Esto no le fue sencillo de sobrellevar ya que no dejó de tener sus costos económicos y políticos ya que los gremios le paralizaron varios días la municipalidad.
El inicio de su gestión tuvo algunos pasajes de soberbia que terminaron por jugarle en contra. Se peleó de entrada con todos los gremios municipales lo que le significó varios paros y falta de dialogo. Tampoco le fue bien cuando se negó a cumplir con las resoluciones del Ministerio de Trabajo que lo reprendió y lo terminó multando por no acatar los términos de la conciliación obligatoria.
Frente a la enorme necesidad financiera para afrontar los primeros pagos de sueldos, aguinaldo y atender compromisos con proveedores, acreedores y el funcionamiento corriente de la administración tuvo varios traspiés para conseguir fondos frescos de la provincia. Fruto de la inexperiencia y arranques de soberbia se le cerraron varias puertas en el gobierno. No fueron pocos los funcionarios provinciales que se mostraron molestos con la actitud del nuevo intendente de Cafayate “No sabe pedir, exige como si fuera gobernador no intendente, de aquí se le ayudará en la medida de lo posible, pero no es una obligación” se solía decir en los distintos ministerios.
A pesar de eso, el gobierno provincial tuvo que auxiliarlo en cada crisis y conflicto que enfrentó y lo ayudó para cumplir con los salarios. Para ello tuvo que cambiar de actitud y comprometerse a reducir los gastos y mejorar la recaudación. Abrió el dialogo con los gremios y la situación pudo distenderse.
A partir de allí, el nuevo intendente fue dando algunos pasos en la búsqueda de recaudar más. Intentó con un aumentó en la planta de inspectores que visiten negocio por negocio, buscó cobrar el uso del espacio público, con controles de tránsito trató de mejorar el cobro de patentes y recaudar por el lado de las infracciones. Lanzó el cobro del estacionamiento en la plaza en la búsqueda de tener una caja diaria de dinero fresco que le permita atender el funcionamiento elemental cotidiano.
Almeda logró mejorar el parque automotor con la puesta en funcionamiento de la máquina motoniveladora, que hacia ocho años que estaba parada, la compra de dos camiones, un recolector y un volquete que Juan Ocampo comenzó a pagar con un plan de pagos mensuales que se había caído por atrasos y que el nuevo Intendente logró recuperarlo. También compró un hidroelevador con autorización del Concejo Deliberante.
En un año difícil económicamente hablando, Almeda como principal desafió trato de reducir el gasto público con algunas modificaciones dentro de la misma municipalidad, como el achicamiento de la estructura de algunas áreas, eliminación de alquileres, reducción de horas extras y licencias para compensar las adeudadas.
El nuevo Intendente aún transita por lo que se denomina la “Luna de miel” de los funcionarios recién llegados a los cargos. Esto significa tolerancia por parte de los vecinos para las falencias que aún son muchas y notorias. También goza del margen que dan los primeros años para cargar responsabilidades en la gestión anterior. Almeda, ante cualquier reclamo o conflicto, no deja pasar la oportunidad para hablar de una pesada herencia recibida de Juan Esteban Ocampo.
En esto no está clara la deuda heredada ya que nunca fue precisó en el monto y dio varias cifras distintas que van desde los dos millones pesos a los siete millones.
Su primer año de gestión llegará con promesas incumplidas. Almeda se había comprometido a ser claro, transparente y a elevar en tiempo y forma al Concejo Deliberante rendiciones y presupuestos. Nada de eso ocurrió. Hasta ahora nunca presentó los balances trimestrales y el plazo para la presentación del presupuesto 2013 está vencido. Promete ahora que lo hará en las primeras sesiones del próximo año.
El Concejo Deliberante fue apacible en su mayoría con los incumplimientos del Intendente, excepto por algunos destellos del Concejal Darío Mamaní. Los pedidos de informe o no fueron respondidos o fueron contestados sin la documentación respaldatoria.
La Serenata a Cafayate, tuvo modificaciones en la primera edición realizada por Almeda y le dejó superávit. En el 2013 será organizada en su totalidad por el departamento ejecutivo municipal, sin que se convoque a la famosa Comisión Permanente.
cuanto pago almeda para que publiquen estas nota?? vamos radio cafayate, seamos mas NEUTRAL
jaja MUY MALO
hablando de esto por que no averiguan bien por que me parece que un funcionario mas se le va.. según se dice el director de transito (maita hector) hace dos semana le presento la renuncia al intendente que esta estudiando como sera su salida.. AVERIGUEN,,,,