El argentino realizó una etapa impecable en la que supo administrar la potencia de su cuatriciclo y la habilidad de navegación en el desierto. La carrera encara hoy la tercera etapa, Pisco-Nazca.
Marcos Patronelli, ganador del Dakar en 2010, realizó una etapa impecable en la que supo administrar la potencia de su cuatriciclo y la habilidad de navegación en el desierto, lo que le permitió completar la especial del día de 242 kilómetros en 3h02m40s.
El piloto de Las Flores ya había adelantado ayer, luego de la primera etapa de 13 km, que el verdadero Dakar Perú-Argentina-Chile comenzaba hoy y no se equivocó, ya que la gran mayoría de los pilotos se perdieron en las tramposas dunas del desierto.
Esa dificultad de terreno y de alta temperatura quedó evidenciada con el abandono de los argentinos Pablo Busin (Honda), cuya moto se incendió, Daniel Mazuco (Yamaha), quien tuvo problemas con el combustible de su cuatri, y Paco Gómez, quien se tuvo una caída con su moto y se rompió el hombro izquierdo.
“Estoy muy contento porque venía rápido y al no cruzarme con Ignacio Flores (el piloto peruano que ganó ayer) pensé que él estaba adelante y que no podía alcanzarlo, pero no fue así y gané”, apuntó un satisfecho Marcos.
El podio de la categoría lo completó el chileno Ignacio Casale (Yamaha), quien terminó a 8m54s del líder, mientras que el argentino Tomás Maffei (Yamaha) sumó otra buena actuación con un cuarto puesto, a 9m42s de Patronelli.
Esta segunda etapa del Dakar, con su recorrido bucle en Pisco, embaucó a los pilotos con más de una trampa.
En los 242 kilómetros de carrera pura que tuvieron que sortear la navegación fue uno de los factores clave, ya que el monótono terreno de las dunas del desierto contribuyó a las pérdidas de rumbo, y el otro escollo fueron las arenas blandas o fesh-fesh.
Hoy, el Dakar Perú-Argentina-Chile encarará su tercera etapa en el desierto y se trasladará de Pisco a Nazca, en un recorrido total de 343 kilómetros, de los cuales 243 serán de especial.