El campeón histórico marcó para los competidores, el verdadero ingreso en la célebre carrera y para los autos fue la primera confrontación importante entre los Buggies y los 4X4.
Stéphane Peterhansel, el campeón histórico del Dakar, quien había comenzado modestamente el sábado la 34a edición del rally en 8 posición de la clasificación general, mostró los dientes el domingo en Perú, en la segunda etapa de la carrera al volante de su Mini y subió al podio para obtener su victoria numero 60 victoria en una etapa de rally.
Esta segunda etapa -un bucle de 327 km, de los cuales 242 km de “especial” cronometrada- de Pisco a Pisco en Perú, no era una de las más importantes de la prueba. Pero marcó, para los competidores, el verdadero ingreso en la célebre carrera y para los autos fue la primera confrontación importante entre los Buggies y los 4X4.
Entre el oceáno Pacífico y la Cordillera de los Andes, en un recorrido de tierra y arena atravesado por imponentes dunas, Peter, como lo llaman sus íntimos estaba decidido a no dejarse sorprender por su competidor y amigo madrileño Carlos Sainz, quien se había impuesto en la primera etapa de la víspera.
Pero 24 horas más tarde, Sainz se encuentra en la 11a posición de la clasificación general a 16 minutos del francés.
En cuanto a las motos, la clasificación general general, la encabeza ahora el español Juan Barreda Bort con su Huqsvarna.
Hoy, los pilotos seguirán un recorrido sobre la costa del Pacífico, en pleno sur, hasta Nazca, una tercera etapa de 343 km, 96 de los cuales de “especial” cronometrada.