Nadie pensaba hace diez días que la decisión de Urtubey de colocar a Cristina Fiore en el segundo lugar de la nomina de candidatos a senadores nacionales podía derivar en una crisis política de la magnitud que adquirió, sobre todo esta última semana.
El primer gesto político fuerte de la crisis lo dio el PRS con la resolución dictada de no integrar el Frente para la Victoria en rebeldía por lo que consideran una intromisión de Juan Manuel Urtubey en las decisiones de ese partido y decidir el quien sería la mujer renovadora que acompañaría a su hermano Rodolfo en la lista de candidatos a senadores nacionales.
Si bien fue una señal de lo que podría venir, aquella decisión de los renovadores impactó primero dentro del partido con una suerte de rebelión de los intendentes en contra de Zottos ya que estos se mostraron en desacuerdo con no estar dentro del Frente. Las posiciones podrían simplificarse en dos vertientes claras: Los rupturistas apelaban a la “dignidad renovadora” y sostienen que si no “se plantan ahora Urtubey después decidirá hasta quien debe presidir el partido”.
Por su parte los intendentes se muestran temerosos de romper con el poder central y quedarse sin “oxigeno” o que les”cierren las chequeras”, con lo que entienden que sus gestiones quedarían a la deriva.
Ante esto Zottos redobló la apuesta y se presentó como candidato a senador para competirle al hermano del gobernador. La decisión deja al borde de la desobediencia partidaria, con sus consecuencias orgánicas, a todos aquellos renovadores que oficialicen su apoyo a Urtubey.
Las esquirlas de la crisis interna saltaron inmediatamente hasta la casa del gobierno central y se cobró una primera victima política: El ahora exsecretario de gobierno, Rocha Alfaro, fue echado de su cargo. Éste primero cargo contra Urtubey y luego contra el Ministro Loutaif y se pasó a una trinchera desde donde dispara artillería pesada contra la administración provincial.
El PJ salió a golpear duro a Zottos y a dejarlo colocado en una vereda anti K. Para los encargados desde el peronismo oficialista de golpear al vicegobernador, la motivación de la ruptura de los renovadores es su piel antikirchnerista.
Nadie sabe hoy cuanto más se profundizará la crisis, pero restan pocos días para que en el inventario que se haga e la división, se sepa quienes decidieron quedarse protegidos dentro del calor oficial y quienes decidieron acampar a la intemperie.
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