Abel Segundo Mónico Saravia nació en Salta el 24 de agosto de 1928. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional, para luego graduarse de abogado y doctor en Leyes en la Universidad de La Plata.
En las frecuentes y amenas reuniones donde confraternizaban jóvenes de diferentes provincias, Abel se distinguía por sus rasgos de fino humor, esos atragantes relatos sobre sucesos reales e imaginarios, sus creaciones o interpretaciones de la música nativa. Hasta integró durante algún tiempo un conjunto con los hermanos Macedo.
Pero no todo era bohemia: culminó los estudios superiores graduándose como Abogado y Doctor en Leyes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata.
También en esa ciudad conoció a la joven Clide Urien, con quien se casó; allí nacieron su primera hija y los dos varones. Tiempo después volvió con su familia a Salta, donde nació la hija menor.
En su provincia natal se hizo cargo de la finca en Guallama, Departamento de Rosario de la Frontera, cerca del límite con Tucumán. Sin descuidar esas obligaciones, en la capital salteña ejerció la abogacía, fue nombrado Juez, Fiscal de Estado y llegó a ocupar la presidencia de la Suprema Corte de Justicia Provincial.
Ferviente defensor de nuestras costumbres, historia y tradiciones, presidió la famosa agrupación “Gauchos de Güemes” y enriqueció el cancionero nativo con numerosas composiciones que fueron grabadas por diversos intérpretes.
Son de su autoría temas como la zamba “La Cerrillana”, con letra de Thames; las chacareras “Quebracheña” y “De Guallama”, las zambas “Velay no sé” y “Prenda Robada”; “Portal de los Andes”, con música de José Cafrune; “Mis espuelas son de plata” y muchos más.
En su mocedad actúo como solista e integrante de varios conjuntos, tanto en un escenario o alrededor de un fogón, y en la madurez supo con sabiduría encauzar las inquietudes de jóvenes que cultivaban el canto nativo, los orientó, estimuló y apoyó en todo momento.
Su obra poética se basa fundamentalmente en la música. En prosa, cultiva los géneros del cuento y el relato. Su producción de canciones supera los 300 temas, muchos de las cuales fueron grabados por grandes intérpretes de nuestro país. Entre ellos están Horacio Guaraní, Los Chalchaleros y Los Fronterizos, entre muchos otros.
Fue distinguido en Tarija (Bolivia) como ciudadano ilustre, al igual que en Metán (Salta).
Abel Mónico Saravia falleció el 4 febrero de 2008.
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