El viento cuyano le dio la bienvenida a la competencia en un vivac ubicado en plena precordillera de los Andes. Seis accidentes, entre ellos el de Marco Patronelli, marcaron una jornada con deserciones importantes.
Una herradura montañosa rodean al autódromo El Zonda circuito Eduardo Copello de San Juan, donde el rally Dakar cumplió su tercera etapa. El sol, las cumbres rocosas y el verde de las laderas recibieron a la caravana en una jornada calurosa.
Cerca del mediodía llegó la noticia del abandono de Marcos Patronelli. El piloto confirmó mediante un llamado que el cuatriciclo había caído por una montaña.
Casi en simultáneo momento, el portugués Ruben Faria, piloto de KTM, llegaba al campamento en helicóptero y era trasladado en ambulancia a un hospital con golpes en su cabeza y columna, aunque solo se trataba de chequeos de control.
La jornada estuvo marcada por los accidentes. En total fueron seis de diferentes consideraciones, entre ellos el de Patronelli, quien no sufrió ningún tipo de lesiones aunque significó el final de la carrera para el campeón defensor.
En el vivac la noticia se esparció con la velocidad de El Zonda, que intermitente se hizo presente durante toda la jornada. El abandono del principal candidato argentino para ganar el Dakar 2014 generó conmoción en el campamento.
Las etapas se suceden, los kilómetros comienza a contarse a miles y el cansancio general se hace sentir. Ya en el cuarto día de competencia, desde la largada simbólica en Rosario, cualquier lugar y momento es bueno para dormir y recuperar energía.
Caminando por el campamento uno puede encontrar mecánicos, gente de la organización, pilotos y periodistas recostados bajo los vehículos, árboles o cualquier recoveco con sombra, escapando del sol y disfrutando de algunos minutos de sueño.
Fuente: infobae.com