El encuentro se realizó este último jueves en casa de la señora Amalia López en la calle Los Andes al 400 de nuestra ciudad y es el tercer año consecutivo que se organiza este carnaval criollo.
La fiesta comenzó a las cinco de la tarde en un marco de verdaderas tradiciones. Coplas, bagualas, cinchadas, harina, albahaca y música carpera.
Como marca el verdadero carnaval vallisto no faltaron el juego de la mamadera, la cinchada, el contrapunto de copleras y copleros.
La fiesta parecía extraída de un álbum de recuerdos, pero en tiempo real. Sin impostaciones, con esa magia del carnaval que sabe reunir a distintas generaciones y en este caso en particular, para reafirmar nuestras costumbres, nuestras más sencillas y profundas raíces y dejar la huella para las futuras generaciones que pueden enriquecerse del legado ancestral y atesorar una herencia cultural.
Como no podía ser de otra manera, la fiesta terminó a las 12 de la noche a todo baile con música «carpera» en un verdadero encuentro de vecinos, sin el costado comercial y mezquino de quienes solo saben usar el carnaval para llenar sus bolsillos, atropellando las tradiciones vallistas.
Galería de Fotos