El Instituto Nacional de Vitivinicultura recordó a los productores y bodegueros que no existe ninguna norma que fije un grado alcohólico mínimo para el ingreso de uva a los establecimientos ni tampoco una fecha de inicio de cosecha y mucho menos respecto de las variedades.
El presidente del INV, CPN Guillermo García, reunido con representantes de la Comisión Técnica Asesora del Sector Privado les recordó que las normas de la República Argentina definen al vino a partir de los cinco grados de contenido alcohólico y anticipó que el Organismo va a aplicar la misma metodología de todos los años para determinar el grado de la cosecha 2014, que implica hacer un relevamiento mediante controles propios con los que se fiscaliza materialmente el 25% del total de uva ingresada a bodega y a través de la información que se recopila en las bodegas para, al final de la cosecha, determinar el grado alcohólico en función de un sistema de lo que toma son promedios de cada una de las regiones del país en las de mayor producción y en las zonas con menor elaboración y cantidad de establecimientos se fija el grado por bodega.
García enfatizó “les comunicamos a los productores que pueden cosechar en este momento y a las bodegas que pueden recibir la uva. Esto es una cuestión absolutamente técnica y que quien decide esperar asume un riesgo personal y es una decisión que no tiene nada que ver con la reglamentación que en ningún momento establece el momento o el grado al que se debe cosechar.”
“Consideramos que es una cosecha en la que se debe estar muy atento al clima y no especular porque una lluvia nos puede generar una demora de una semana en cosechar y eso puede traer consecuencias muy graves al productor” agregó García.
El presidente del INV consideró oportuno repasar “que existen alternativas como la elaboración de vinos livianos o los de cosecha temprana que de alguna forma tienen su propia metodología de ingreso a bodega a los efectos de poder realizar el control pero que es una solución absoluta y que en algunos casos va atada a un mercado que también nos está demandando vinos de baja graduación alcohólica.”
Durante la reunión el subgerente de Planificación del INV, Enólogo Daniel Siragusa, presentó a los representantes del sector privado un informe con la metodología que utiliza el Organismo todos los años para la determinación del grado alcohólico de la cosecha.