Central Norte no solo perdió el clásico ante Juventud Antoniana, también la categoría. El cuervo volverá a jugar en el Argentino B en el próximo semestre y el santo permanecerá en el Argentino A.
Juventud logró salvarse gracias a los penales: se impuso por 5 a 3, tras el empate sin goles en el tiempo reglamentario.
Mariano Maino fue la gran figura del clásico y el gran responsable de la permanencia de Juventud. El exarquero cuervo tuvo dos tapadas tremendas (ante Altamirano y Guerra) durante el partido y se quedó con el cuarto remate de los penales, que ejecutó Martín Aguirre.
También hubo jugadas polémicas, y todas en el arco del santo: Maino sacó un remate sobre la línea dejando la sensación de que la había sacado de adentro del arco y luego, sobre el final del tiempo suplementario, Central reclamó dos supuestos penales que el árbitro Carlos Boxler no convalidó.
Pero también es cierto que el cuervo se fue al descenso no sólo por caer ante el santo en el desempate, sino por una mala campaña a lo largo del torneo.
Juventud, por su parte, festeja la permanencia y está bien que así sea, pero también debe admitir que fue tan malo como Central Norte a lo largo de la temporada.