En el marco del 37º Congreso Internacional de la Viña y el Vino que se está llevando a cabo en la provincia de Mendoza, el presidente del INV, realizó un análisis de los problemas que afectan a la vitivinicultura mundial y formuló propuestas para enfrentar el futuro.
El titular del INV destacó que “no puedo dejar de aprovechar el ámbito y la magnitud del conocimiento de los presentes en este Congreso para expresar nuestra preocupación por los siguientes temas que afectan a la vitivinicultura mundial:
La difícil situación social y económica de los pequeños agricultores frente a las diferentes fuerzas económicas que participan del clúster vitivinícola y la obligación desde las políticas públicas de buscar mecanismos que los hagan sustentables para que puedan participar de la renta del sector.
La recurrencia de eventos climáticos extremos y sus consecuencias sobre la disponibilidad de nuestros productos y el impacto de la huella de carbono y de la huella del agua sobre las pequeñas empresas, los agricultores, dejando bien en claro que los avances que se produzcan en estos temas, no pueden excluirlos por regulaciones públicas o por estándares privados.
La imperiosa necesidad de sostener una vitivinicultura donde se priorice su naturalidad, alentando aquellas prácticas que resulten del consenso mundial, siendo en ese sentido la labor de la OIV, digna de resaltar. Todas las miradas estarán puestas sobre cómo lograr mejorar la productividad y en consecuencia, alentamos e invitamos a los expertos a desarrollar nanotecnologías o tecnologías que contribuyan a la disminución de los costos para mejorar la renta del sector. El cambio climático obligará a extremar los recaudos sobre el cuidado del agua y las necesarias tecnologías para su uso más eficiente. ”
El CPN García afirmó que “es una obligación de los expertos lograr, a través de sus investigaciones, convencer a la comunidad científica internacional de los impactos del consumo del vino, evitando la proliferación de advertencias innecesarias que confunden al consumidor. Necesitamos etiquetas limpias de leyendas y de pictogramas.
“Quiero remarcar la gravedad para nuestros agricultores de los programas de tolerancia cero, en el consumo del alcohol. El vino es parte de nuestra dieta alimentaria. Es necesario avanzar en programas de consumo responsable del alcohol y tener absolutamente claros los impactos de todas las medidas que adopten los reguladores sobre la seguridad de las personas, pero también sobre la sostenibilidad de nuestros productores” finalizó el presidente del INV.