Una banda ingresó armada el sábado pasado al predio histórico ubicado en la provincia de Tucumán y atacó a los administradores.
Los disparos se escucharon casi hasta Colalao del Valle, el sábado a la tarde. Los ruidos provenían de las ruinas de la ciudad sagrada de Quilmes, en los Valles Calchaquíes. Todo indica que las 13 personas que fueron detenidas ese día habían intentado tomar posesión del predio histórico, desplazando a sus actuales ocupantes.
Entre los detenidos se encuentran el ex cacique Francisco Chaile, un menor de edad y una mujer. Fuentes policiales y judiciales afirmaron que están acusados de haber asaltado a ocho personas en las ruinas de Quilmes.
Según consta en las actas del procedimiento, todo comenzó alrededor de las 18 cuando llegaron los 13 acusados a bordo de cuatro vehículos. Fuentes policiales contaron que, como entre ellos estaba el ex cacique, los empleados que se encontraban en la oficina de administración no advirtieron que se trataba de un asalto.
Estas personas, de acuerdo con el relato de las víctimas, amenazaron a los empleados con armas de fuego, golpearon a algunos de ellos y los encerraron en esa oficina. Allí los despojaron de la recaudación, de sus celulares y sus billeteras, además de algunas artesanías.
Mientras tanto, cuatro hombres en dos motos se habrían acercado al sector en el que se encuentra el bar, donde se desarrollaba una reunión de delegados de la administración. Los acusados hicieron disparos al aire, pero al notar que se acercaba la Policía huyeron con dirección hacia el cerro.
La comisión policial que llegó al lugar estaba acompañada por personal de Gendarmería Nacional que tiene base en Colalao del Valle. Cuando llegaron, se percataron de que en el ingreso al predio histórico había dos autos, cada uno con un hombre en su interior. Al revisarlos detectaron que estaban cargados con artesanías y otras cosas que habían pertenecido a los actuales administradores.
El comunero Romario Ismael Guanca se acercó a los policías junto a un grupo de personas, y relató que los sospechosos que estaban en los autos formaban parte de la banda que los había atacado. La mayoría de los acusados, explicó Guanca, se había escondido entre las ruinas.
Policías y gendarmes recorrieron el predio y de a poco fueron encontrando a todos los sospechosos. Fuentes policiales relataron que, según los comentarios que circulaban en la zona, se habría tratado de un intento del ex cacique Chaile de quedarse con la administración del predio.
El procedimiento estuvo dirigido por el jefe de Zona comisario Néstor Mamerto y el subalferez Mauro Ezequiel Durán. El juez de Instrucción de Monteros, Mario Velázquez, ordenó la detención de los acusados. La mayoría de los sospechosos residen en Burruyacu y en Garmendia, por lo que no se descarta que hayan sido convocados para cometer el ataque a las ruinas.
Fuente: La Gaceta de Tucumán