La Luna y los dos planetas más brillantes, Venus y Júpiter, formaron un triángulo que se pudo apreciar hasta el anochecer de este sábado.
Al menos una vez al mes, la Luna parece acercarse a alguno de los planetas –también simula hacerlo con las estrellas– en una aproximación que en la jerga astronómica se conoce como «conjunciones». Los encuentros con Venus o Júpiter, los dos planetas más brillantes, son más o menos frecuentes; lo que es inusual es que lo haga con ambos a la vez. Y eso es lo que ocurrió este sábado.
El «triángulo» celestial pudo observarse con el caer de la tarde. «La Luna en fina fase creciente, Júpiter (mag -1.8) y Venus (mag -4.6) se ubicaron a mediana altura (alrededor de 30º) sobre el horizonte del noroeste.
El show culminó cerca de las 22, cuando primero Venus y luego Júpiter y la Luna finalmente se ocultaron detrás del horizonte.
El espectáculo se pudo observar a simple vista. Aunque atractivo, el hecho no fue más que un juego de apariencias en base a la perspectiva desde donde se lo mira. En realidad, la Luna, Júpiter y Venus no pueden «encontrarse» en el espacio. Cada uno de ellos tiene su propia órbita, y se encuentran a distancias completamente diferentes de la Tierra.
En los fríos números, al anochecer, la Luna estuvo a 393 mil kilómetros de la Tierra; Venus, a 89 millones de kilómetros; y Júpiter, diez veces más «atrás»: 893 millones de kilómetros.
En los días siguientes, los mencionados planteas seguirán dando que hablar, ya que el martes 30 de junio ambos formarán un muy poco frecuente «doble lucero».