Este sábado los creyentes de la Iglesia Católica participaron de la entronización de las imágenes y el inicio de un nuevo Milagro.
Cargados de agradecimientos y pedidos, cientos de devotos del Señor y la Virgen del Milagro se acercaron ayer, desde las 16, para participar de la entronización de las imágenes. Pasadas las 18 las campanas de la Catedral anunciaban que en el interior del templo la imagen de la Virgen ya ocupaba su lugar. A esta altura, y mientras se rezaba el rosario, las tres naves de la Catedral ya desbordaban de gente. Unos cuantos se acercaron al patio, mientras que la mayor parte se congregó en las escalinatas. En la primera fila, monseñor Mario Cargnello participó de la fiesta. Los pañuelos blancos no se hicieron esperar. Luego siguieron los aplausos y un grito a viva voz: «Viva el Señor del Milagro!».
Catalina Escobar, de 78 años, no dejaba de aplaudir y saludar al Señor. «Él es mi sanador», dijo mientras sus ojos se iluminaban solo con ver la imagen.
Unas bancas más atrás se encontraban un par de hermanas de la Congregación San Camilo de Córdoba. «Soy de Brasil, pero ahora vengo desde Córdoba. Tengo 78 años y esta es la primera vez que participó de una fiesta tan hermosa como esta», aseguró una de las hermanas.
Detrás de la Virgen del Milagro, sobre el atrio secundario, se podía ver dos pequeñas imágenes de las patronos cargadas al hombro. Era un grupo de mujeres de barrio Fraternidad que ayer se sumó, junto a sus imágenes, llevando toda su fe.
Una vez colocadas las imágenes, monseñor Cargnello fue el encargado de decir las palabras de abren una nueva etapa para los cristianos salteños. Le siguió la santa misa, de la cual participó el gobernador Juan Manuel Urtubey.
Luego de la lectura de la Biblia, monseñor recordó la encíclica emitida por el papa Francisco, «Laudato sí», en la que insta a cuidar del planeta como si fuera nuestra casa. «Pero este cuidado del planeta también incluye a los seres humanos», agregó.
Fuente: El Tribuno