El tradicional evento concordante con las vacaciones de invierno, sorprendió y deslumbró a los visitantes ocasionales de la Quebrada de Las Conchas.
El Anfiteatro se llenó de voces y música para celebrar los 25 años de una cita que conjuga arte y respeto por el medio ambiente.
De esto se trata, de disfrutar el extraordinario escenario natural en comunión con la naturaleza. Desplegar el arte musical y mostrar respeto por el entorno que cada año recibe la visita de los artistas y del público.
Claro que como buen anfitrión, el Anfiteatro devuelve gentilezas con su majestuosa acústica y parece entregar con eco una ofrenda a los sorprendidos y deslumbrados huéspedes.
Se cumplieron las Bodas de Plata de un evento gestado solo en la necesidad de revalorizar nuestro patrimonio natural y sembrar en las futuras generaciones el apego fraterno al entorno vallisto.
La Pachamama tuvo su espacio y se cumplió con el ritual de agradecer por sus cimientes. Con las habituales ofrendas participaron de la ceremonia todos los congregados en el lugar.
Allí estuvieron para celebrar con su músicala ocasión: Matacos, Ecos de mi Tierra, Cristian Herrero, Ubaldo Díaz, Mauricio Tiberi, Jacinta Condorí, Ruth y Oscar, Chaparro y sus cuerdas, los chicos del Grupo Scout 724 Nuestra Señora del Rosario, más los bagualeros Rufina Chachagua y Rogelio Yampa.
Todos ellos se llevaron el agradecimiento de los presentes por el momento vivido.