Ocurrió en la madrugada del último sábado en el Club Rivadavia en donde debía actuar, pero decidió no hacerlo y desató un caos.
El grupo tropical debía actuar este fin de semana en el club Rivadavia y no lo hizo debido a “demoras”. A raíz de los incidentes, un policía resultó herido y se produjeron destrozos varios.
“Tito y La Liga” estaban actuando en Santa María y al final de ese show debía actuar en Cafayate en donde unas doscientas personas habían sacado la entrada y esperaban dentro del Club Rivadavia.
Según lo que admitió el productor artístico responsable de los shows en Santa María y Cafayate, Roberto Morales, a las cuatro de la mañana le comunicó al organizador en Cafayate Luis Vera, que Tito y la Liga no actuaría en nuestra ciudad.
A esa hora la gente ya estaba dentro del club y en un horario más cercano a la finalización del baile, por lo que Vera le hizo saber lo que le informó Morales y esto desató la furia de las personas presentes y de otras que esperaban afuera.
Eran las cinco de la mañana cuando un grupo de personas comenzó a tirar botellas y piedras hacía el sector de la boletería y de otras zonas del lugar en donde se desarrollaba el baile.
El personal policial contratado con adicionales para la seguridad del espectáculo intervino y los disturbios se generalizaron, con roturas de mesas y sillas.
La violencia llegó hasta afuera del Club Rivadavia en donde había personas esperando la llegada del artista para recién comprar su entrada. Allí hubo corridas, pedradas, daños a una móvil del 911 y un policía resultó herido.
Según informó la policía, durante los disturbios demoraron a cuatro menores y dos mujeres mayores dentro del Club.
De acuerdo a lo que pudo saber Radio Cafayate, el evento tenía pautado que el artista se quedaba con lo recaudado en la boletería y el organizador local con el producido por el buffet.
Vera no quiso dar detalles sobre la cuestión a nuestro medio y solo se limitó a informar que se devolverá la plata de las entradas.
Pero otras fuentes sostienen que Morales llamó esa noche en varias oportunidades para saber cuántas entradas se habían vendido. El último informe de Vera, pasadas las tres de la mañana, fue que se habían cortado 220, pero que había gente afuera esperando la llegada de Tito y la Liga para recién entrar. Tras este dato, a las cuatro de la mañana Morales le comunicó a Vera la decisión del artista de no venir a Cafayate.
El hecho generó dos versiones contrapuestas: Morales sostiene que le informó a Vera a las cuatro de la mañana que el artista “no llegaba” con los tiempos porque el ómnibus en el que se mueve demora dos horas de Santa María a Cafayate y recién podrían salir desde la ciudad catamarqueña después de las cuatro de la mañana.
Otra versión sostiene que después de saber que solo se habían vendido 200 entradas el artista decidió no tocar por la escasa cantidad.
De una manera o de otra, surge como dato objetivo que hubo desorganización por parte del artista, ya que Morales confirmó que llegó tarde a Santa María y que por eso después se atrasó todo y decidió suspender la actuación de Cafayate.
Si se confirmará lo segundo, que no actuó a raíz de la escases de entradas vendidas, sería una falta total de profesionalismo y un gesto desaprensivo para los que con esfuerzo pagaron para ver el show.