Los promesantes y devotos de Ovejería, San Antonio del Cajón, La Mesada y Falda Grande llegaron este martes a la Catedral local después de caminar tres días.
El Obispo de Cafayate, Monseñor Demetrio Jiménez acompañó la marcha desde el domingo 4 de octubre cuando partieron cargadas de promesas, fe y esperanzas.
La primera parada fue en La Mesada, en la casa de Baltazar Condorí en donde hicieron noche para continuar en las primeras horas del lunes con peregrinos del lugar que se sumaron.
Este martes pasadas las dos de la tarde llegaron a El Divisadero. Allí en la casa de Doña Sabina Condorí de Martínez almorzaron y descansaron para continuar su marcha hacia la Catedral local para ofrendar su sacrificio a la Patrona de Cafayate, “La Sentadita”.
Frio, viento y sol dejaron huellas en los rostros y manos de los peregrinos. El cansancio indisimulable en los ojos enrojecidos, quedó eclipsado por el brillo de la fe y la devoción puestas de manifiesto en el sacrificio ofrendado a la Virgen del Rosario.
Minutos después de las siete de la tarde, ingresaron a la plaza central de nuestra ciudad y la emoción alcanzaba a peregrinos y vecinos que fueron a esperar la llegada. Aplausos, abrazos, lagrimas, todo junto formaron ese paisaje inescrutable de la fe, solo el interior íntimo de cada peregrino es capaz de ponerle palabras inaudibles en el ruego sanador, esperanzador y promesante.
Un peregrino de Ovejería, en diálogo con Radio Cafayate, se mostraba exultante a pesar de las marcas del esfuerzo y el cansancio, “la fe nos permite amortiguar el dolor y el agotamiento, este sacrificio es el mejor legado que quiero dejar a los niños y jóvenes para que esto no se pierda y siga creciendo” afirmó.