La elección se desarrolló con «total tranquilidad», indicó la Cámara Nacional Electoral. El Gobierno anticipó que las primeras tendencias se conocerán pasadas las 23.
Más de 32 millones de argentinos estaban habilitados hoy para votar en una elección que derivará en el mayor recambio político desde el regreso de la democracia. Los centros de votación de todo el país cerraron sus puertas a las 18.
El secretario de la Cámara Nacional Electoral, Sebastián Schimmel, aseguró a media tarde que se votaba con «total tranquilidad en todo el país» y que no habían «verificado incidentes». Concedió, no obstante, que pudo haber demoras y problemas puntuales en la apertura de las mesas, aunque destacó que era esperable en una elección de esta magnitud.
También los representantes de los principales partidos coincidieron en que las elecciones se desarrollaron sin problemas. Así lo manifestaron en una reunión de delegados de las fuerzas con la Junta Nacional Electoral.
El voto de los presidenciables
La jornada, que en principio se anticipaba dominada por completo por la coyuntura política, estuvo signada también por otro hecho que se reveló importante a la luz la votación: la semifinal que protagonizó el seleccionado argentino de rugby en el mundial. Durante el tiempo que duró el encuentro entre Los Pumas y Australia -en el que finalmente se impusieron los segundo-, se registró una notable merma en la asistencia a los colegios. Los candidatos no fueron la excepción.
El primero de los postulantes a suceder a Cristina Kirchner en votar –a las 8:30– fue Adolfo Rodríguez Saá, quien aseguró que «hay que privilegiar el diálogo». Tratando de no violar la veda electoral, vaticinó un escenario de segunda vuelta: «No creo que se defina hoy».
Luego fue el turno de Sergio Massa. El candidato de UNA asistió acompañado de su esposa cerca de las 9:30. Luego de votar, el ex intendente de Tigre fue muy cuidadoso con las definiciones políticas para no romper la veda. «Más allá del resultado, más allá de las cuestiones política, ojalá que empiece una etapa nueva en la Argentina a partir de la decisión de la gente», indicó.
Unos minutos después lo hizo Daniel Scioli. El aspirante del oficialismo aprovechó llamó a los argentinos que se contagien de la «garra» del equipo de rugby. «Los Pumas son una expresión de lo que debe ser el país. Nos tenemos que contagiar de esa garra, de esa actitud; lo digo como deportista. Cuando se llega a ese lugar, no es casualidad. Yo disfruto del esfuerzo, el sacrificio y los valores de los Pumas», aseguró.
Nicolás Del Caño, del PTS, también sufragó a media mañana. «Hoy hay que votar con convicción y votar a una fuerza que vaya a defender los intereses de los trabajadores», pidió el joven candidato, oriundo de Córdoba pero que desde 2005 está en Mendoza.
Mauricio Macri votó pasadas las 11. Fiel a su cábala, llevó facturas para las autoridades de la mesa junto a su esposa, Juliana Awada. «Hoy la Argentina elige si sigue igual o si quiere un cambio histórico», dijo y sobre el escrutinio agregó: «No vamos a aceptar nada del orden de lo que pasó en Tucumán».
Margarita Stolbizer fue la única que votó por la tarde. Lo hizo cerca de las 14, en el entretiempo del partido. La candidata de Progresistas dijo a la prensa que el resultado electoral lo espera «con la mejor expectativa» porque destacó que «todos trabajamos para una Argentina mejor».
Las encuestas anticipaban un final cerrado, por lo que apenas terminada la votación se disparó la expectativa por saber si habría segunda vuelta. El director nacional electoral, Alejandro Tullio, indicó en la víspera que luego de las 23 habría una tendencia clara. Sin embargo, si los números respetan los márgenes milimétricos que medían las consultoras antes la veda es posible que la certeza sobre si habrá o no ballotage se demorará al menos hasta la madrugada.