Los boca de urna que se conocieron en el día hablan de una ventaja clara para el candidato de Cambiemos. Los primeros datos estarían a las 19.30 y la tendencia, pasadas las 22.
Con el cierre de la votación y a la espera de los primeros resultados, los sondeos que se conocieron durante el día cubren el bache: y todos los boca de urna, aun los provenientes desde el oficialismo, hablan de un triunfo de Mauricio Macri en el balotaje presidencial. Las diferencias de esos vaticinios van de los 6 a los 20 puntos.
Si se cumple la promesa del Gobierno nacional, a las 19.30 se difundirán los datos iniciales y pasadas las 22, se conocería la tendencia definitiva para confirmar al sucesor de Cristina Kirchner. Será el sexto presidente elegido en las urnas desde la vuelta de la democracia (junto con Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Néstor y Cristina Kirchner) y el décimo desde 1983, si se suman a los interinos Eduardo Duhalde, Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Camaño y Ramón Puerta.
Tanto Macri como Daniel Scioli cumplieron con su obligación electoral a la mañana y luego se refugiaron con sus íntimos. El primero preparó un bunker en un amplio salón de Costa Salguero, mientras que su rival lo hizo en una sala más chica de un hotel porteño, el NH City, frente a plaza de Mayo. ¿Anticipo de los resultados?
Los sondeos conocidos hasta las 18, además de anticipar un triunfo cuantitativo del líder del PRO, lo potenciaban con datos cuantitativos, con posible victoria en la provincia de Buenos Aires y paliza en distritos como Córdoba, Mendoza y Ciudad de Buenos Aires. Parte del resultado podría explicarlo también una alta concurrencia a las escuelas y una transferencia masiva de los valiosos votos que apoyaron a Sergio Massa semanas atrás.
Cerca de las 18.20, un cuarteto del PRO, sonrisa coincidente, salió al escenario de Costa Salguero a dar un mensaje inicial: Marcos Peña, secretario general y futuro jefe de Gabinete, habló de alegría pero pidió a los fiscales que controlen el comicio. «La elección no terminó. Termina con las actas entregadas». A su lado, estaban el también macrista Emilio Monzó (tendrá un lugar clave en la Cámara de Diputados) y dos aliados: el radical Ernesto Sanz y el «lilito» Maximiliano Ferraro. «La Argentina ya no será igual», sintetizó el jefe de la UCR, acaso más fervoroso que el propio Peña.
Mientras, en el búnker K del NH City, se mezclaban sillas vacías, desazón, con algún cantito aislado de «Scioli Presidente». Se esperaba a esa hora la llegada de una demorada columna de La Cámpora. La interna desatada.