El empresario chino, Wei Hao Zhou, dueño de la firma Zet Masig, proyectó el emprendimiento, similar a la que existe en San Pedro de Colalao, aunque con características de flora y fauna según la adaptación al medio.

El proyectó involucra un parque temático con la inclusión de especies arbóreas tales como los pacarás, nogales, algarrobos, pinos, moras, talas, acacias, ceibos, sauces, cebiles, paraísos, molles, piquillines y álamos.

A su vez, contempla la fauna avícola como, perdices del monte, martineta, parasal monte, charatas, chuñas, teros, picaflores, chorlos, lechuzas y gorriones, y mamífera como, zorros, comadrejas, vizcachas, tatúes carreta, hurones, osos hormigueros, nutrias y chinchillas.

En cuanto a los peces, los ríos permitirán la adaptación de dorados, surubíes, pacúes, sábalos y bogas, y en el caso de los reptiles, yararás, cascabeles, corales, boas y lampalagua, por medio de la permeabilidad de la tierra.

El objetivo del parque como reserva fitozoológica es la preservación de las especies autóctonas, la reproducción de las mismas y la creación de ecosistemas propios que no puedan ser alterados por el inminente cambio climático.

Además, el recorrido estaría diseñado para que las especies no se vean alteradas en su hábitat natural y sean las personas las que transiten, los distintos espacios, en vehículos customizados para resguardar la seguridad.

Wei Hao Zhou tomó como ejemplo el zoológico de San Pedro de Colalao y el proyecto inicial que lo formó, con fines educativos,  a través del Instituto Carlos Pellegrini. La reserva, ubicada en la provincia de Tucumán, cuenta con una superficie de 400 hectáreas y 150 especies animales.

Su intención es alcanzar el mejor estándar, en cuanto a la fidelidad del medio ambiente para cada especie, superando a los zoológicos y parques de toda la República Argentina, con el fin último de promover el respeto por la ecología.