Un grupo de turistas tuvo que llegar a nuestra ciudad a “dedo” porque se negaron a seguir el viaje. Al conductor le costaba mantener el vehículo estable y el zigzag potenció el temor de los pasajeros.
Uno de ellos luego hizo la denuncia policial de que el chofer de la trafic que los traía de Salta a Cafayate se encontraba en estado de ebriedad.
Los turistas que contrataron el tour para disfrutar de las bellezas de la espectacular quebrada de Las Conchas, camino a Cafayate, lejos estaban de imaginar que la excursión iba a estar envuelta en un compendio de emociones fuertes y un final con trago amargo.
La trafic color blanco salió de la capital salteña el último sábado cerca de las 15.30 y tomó la ruta 68 rumbo a nuestra ciudad.
De entrada la cosa no se veía bien: al conductor le gustaba la velocidad, por lo que uno de los pasajeros le pidió: “Loco, ¿podés andar más despacio que estamos de paseo y no corriendo el Dakar?”. El conductor mermó la marcha, pero le costaba mantener al vehículo estable y el zigzag potenció el temor entre el pasaje, que de todas maneras se distrajo registrando cada lugar en sus celulares o máquinas de fotos.
Hasta que se encendió una alarma fuerte: en la primera parada de la rutina turística vieron que el chofer estaba tomando cerveza que tenía en un envase descartable que ocultaba bajo el asiento.
A pesar de la advertencia, el viaje siguió, pero se detuvo abruptamente en “la Garganta del Diablo”. Allí todo el pasaje se puso de acuerdo y se negaron a seguir el viaje, a pesar de la promesa del chofer que decía que “no voy a tomar más, quería apagar la sed nada más”.
Fue Lucas Matías Jaime, oriundo de la provincia de Buenos Aires, quien hizo la denuncia correspondiente en la comisaría de Cafayate, a donde tuvieron que llegar a “dedo”, ya que todos se negaron a seguir exponiendo sus vidas en manos de un conductor en estado de ebriedad.
La denuncia fue radicada en contra del conductor identificado como Manuel Lazarte, domiciliado en “La Banda de Abajo”. La noticia fuer publicada por el diario Clarín de Buenos Aires y rápidamente fue recogida por medios de distintas provincias.
Las miradas están puestas ahora en la Municipalidad de Cafayate para saber que medidas tomará al respecto y para conocer si el servicio turístico en cuestión cuenta con las habilitaciones correspondientes y que sanciones le caben frente a semejante situación.
Deberían informar a que empresa pertenece, el turista tiene que tener la posibilidad de elección por la seguridad que le brinda la empresa a contratar.
Re publicás las noticas de Clarín y ni siquiera considerás la información, gracias por lo considerado que sos con nuestro pueblo. Palabras Mayores. Puras Mentiras.
Por lo menos y para empezar tienen que quitarle el carnet. A la empresa unos días de clausura por irresponsables y hacer quedar mal a Cafayate en todo el país. Pero si son amigos de chupa o de negocios de casita aqui no paso nada