La Policía de Salta confirmó el suceso y agregó detalles del escandaloso servicio que prestó la empresa cafayateña, aunque sigue sin darse a conocer el nombre de la misma.
El ministro de Turismo de Salta, Mariano Ovejero, salió a advertir que sancionarán al chofer y a la empresa. «Si son ciertos los hechos denunciados, es una vergüenza», expresó en diálogo con la radio 89.9.
En un primer momento se informó que el servicio fue contratado para llevar a los turistas desde Salta a Cafayate, pero con el correr de las horas se informó que la excursión fue contratada en nuestra ciudad para recorrer la Quebrada de Las Conchas.
«La Policía tomó conocimiento, que el martes último, cerca de las 20, en la ruta nacional 68, a la altura de la Garganta del Diablo se encontraba varado un grupo de turistas porque se negaron a continuar viaje después de asegurar que el conductor habría estado ebrio», dijeron fuentes de la Policía. El «servicio» que llevaba a los visitantes por las cornisas y pronunciadas curvas había sido contratado en Cafayate.
«Los turistas observaban que el conductor consumía bebidas alcohólicas en cada parador turístico que visitaban y no deseaban que siguiera conduciendo», agregó la Policía. Según consta, un hombre de 30 años, de la provincia de Buenos Aires, radicó la denuncia en la comisaría Cafayate.
Todo se desencadenó «en la última parada del recorrido turístico contratado», que era la espectacular Garganta del Diablo. «En el último destino el denunciante encontró que el chofer estaba durmiendo y que se encontraba en aparente estado de ebriedad, por lo que determinaron no seguir viaje», continuaba la información policial.
Según consigna el diario Clarín, los turistas que se negaron a continuar viaje con el polémico chofer, tuvieron que volver a Cafayate «haciendo dedo». Además se señala que ya en la primera parada, los visitantes descubrieron que el chofer tomaba cerveza de un envase descartable que ocultaba bajo el asiento.
El chofer sería de Cafayate, de nombre Manuel Lazarte, domiciliado en La Banda de Abajo. Fuentes de la investigación confirmaron que el fiscal (de apellido Costello) ordenó una identificación simple y una extracción de sangre al chofer.