El exintendente de Animaná dio sus razones sobre el pago de 550 mil pesos a la cooperativa que construye treinta viviendas de Techo Digno.
«Yo nunca saqué el dinero y nunca lo devolví». Con esa frase el exintendente de Animaná. Ignacio Condorí, desmintió la acusación de su sucesor José Guaimás, quien le atribuyó haber malversado 550.000 pesos destinados a equipar un Centro de Integración Comunitaria.
Guaimás aseguró también que apenas lo apercibieron, Condorí se presentó con un maletín que contenía 400.000 pesos y 10.000 dólares.
El municipio de Animaná contaba con tres planes nacionales simultáneos: treinta viviendas del programa Techo Digno, el plan Adoquinado y la construcción del CIC.
Los fondos del programa de viviendas y los del Centro llegan desde la Nación a la misma cuenta municipal.
El Ministerio de Desarrollo Social sorprendió a Guaimás al reclamarle por la demora en la compra del equipamiento para el CIC cuya construcción está concluida. El intendente llamó a su sucesor quien realizó la gestión para que la cooperativa La Fortaleza devolviera el dinero en cuestión, que había cobrado de la Municipalidad por la construcción de las viviendas. Condorí explicó: «Yo no recibí la notificación de que habían depositado los 550 mil pesos destinados a equipar el CIC. Al estar en la misma cuenta, usé el dinero para pagar a la cooperativa que construye las viviendas. Fue un error administrativo del que me hago cargo. Pero no saqué un centavo como da a entender la información que se divulgó. Lo que sucedió está todo bien documentado».
El exintendente informó que quien efectuó el pago fue Rodolfo Gómez, el representante de la cooperativa La Fortaleza, de Buenos Aires, designada por Techo Digno y que realiza obras de vivienda en distintas provincias. También aseguró que el dinero fue llevado en efectivo porque la Municipalidad no aceptó que la administración nacional de La Fortaleza efectuara una transferencia. «Esto se puede verificar en el acta oficial», dijo
La noticia no solo conmovió a la bucólica localidad de Animaná, ubicada en el Valle Calchaquí, en el departamento San Carlos, unos 200 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Salta. Logró fuerte repercusión porque si bien es frecuente que un intendente denuncie a su sucesor y que aparezcan desprolijidades en las administraciones municipales, no es previsible que el supuesto infractor devuelva una suma tan grande de dinero en efectivo y en el acto.
«Yo no tengo ese dinero, ni mucho menos. Simplemente, acompañé al representante de la cooperativa que construyó las viviendas y el CIC cuando entregó el dinero en efectivo», dijo Condorí. «Lamento la declaración desafortunada del intente y espero que no sea malintencionada. Veo todo esto como gajes de la política. La crisis y los reclamos de la gente apremian a los intendentes y cuando uno es joven, a veces, se desborda».
Un trasfondo de crisis
Condorí trabajó siempre en el municipio y entre 1999 y 2015 ejerció la intendencia. «Heredé una deuda de 600 mil pesos, que equivalía a 24 coparticipaciones, pero salimos adelante. Compramos vehículos e hicimos importantes mejoras», relató. El conflicto, nuevamente, refleja que el problema de las viviendas es uno de los más complejos en la provincia. También, las asignaturas pendientes en el financiamiento de las intendencias.