Con la ayuda de los estudiantes de una escuela secundaria de la zona, Santiago Álvarez, Ricardo Bima y Carlos Müller realizaron “Donde hubo fuego…”.
El mediometraje que relata –y reivindica- la lucha de los trabajadores vitivinícolas de los valles en la década del 70, se estrenó este miércoles, a las 18, en el Espacio INCAA del Hogar Escuela.
En el año 72, un grupo de trabajadores de la Bodega Animaná protagonizó un levantamiento porque los dueños de la empresa no pagaban los sueldos desde hace seis meses. La movilización, que contó con el apoyo de compañeros de otras bodegas y de toda la comunidad, se conoció como el Animanazo. El reclamo comenzó en la puerta de su lugar del trabajo pero se fue expandiendo cuando la policía detuvo a cuatro delegados del sindicato que representaba sus derechos.
Pacíficamente tomaron también la municipalidad, la policía, cortaron la ruta y hasta marcharon hasta Cafayate para pedir la liberación de sus compañeros. Finalmente, el conflicto se solucionó con la intervención del Estado que se hizo cargo de la deuda de la estancia vitivinícola y pagó los sueldos de los empleados. El Animanazo fue un acontecimiento histórico para el pueblo que se publicó en los diarios de la época, sin embargo la comunidad eligió callarlo.
A partir de la canción “Fuego en Animaná” de Isella y Tejada Gómez e interesados por conocer detalles del Animanazo y rescatarlo del olvido, Ricardo Bima y Carlos Muller, ambos miembros de la Secretaría de Agricultura Familiar junto al realizador Santiago Álvarez iniciaron un intenso e interesante trabajo de investigación.
Consultaron diarios, hablaron con periodistas que cubrieron la protesta en aquel entonces y entrevistaron al músico César Isella para saber qué lo motivó a componer la canción que, entre líneas, habla del conflicto vallisto.
Después viajaron a Animaná para reconstruir la historia con relatos de sus protagonistas. “Nos interesó el tema de las luchas campesinas y cómo el Animanazo quedó soslayado y no se menciona tampoco en la historia oficial”, remarca Álvarez.
El equipo de “Donde hubo fuego…” sabía que entrar a la comunidad no sería un trabajo fácil. Eran tres desconocidos. Entonces decidieron dictar talleres de recuperación de la memoria con estudiantes de una escuela secundaria. “Durante dos años y medio viajamos varias veces a Animaná. Con los chicos leímos recortes de diarios, les enseñamos técnicas para realizar entrevistas y también a usar las cámaras”, explica el realizador.
Álvarez cuenta que lo interesante del trabajo en la escuela fue que los chicos no solo conocieron la historia de su pueblo sino que ellos mismos entrevistaron a sus abuelos, que vivieron el Animanazo. “Ellos investigaron y filmaron las entrevistas con sus celulares”, agrega el cineasta.
El resultado fue el mediometraje “Donde hubo fuego”, que recopila imágenes de los talleres y entrevistas, y también un mural sobre el Animanazo hecho por los chicos. “La película reflexiona sobre la construcción de la memoria, y también del olvido porque en todo estos años no se habló del tema por miedo. Es nuestro granito de arena para desempolvar la historia. Muestra que si bien Animaná es un pueblo tranquilo, se levantó ante una situación que consideró injusta”, finalizó Santiago Álvarez.
Fuente: La Voz de San Carlos