Es la pregunta que hoy se hace Cafayate. La cifra se desprende del informe presentado por Fernando Almeda al Concejo Deliberante de Cafayate, que se intentó mantener bajo un extraño hermetismo, y que radiocafayate.com hizo público.
A las dudas que generó el celo puesto en ocultar las cifras del total de ingresos y egresos tras la presentación del detalle global del dinero que circuló por la Serenata a Cafayate, ahora se suman los interrogantes de porque no se dan a conocer los comprobantes que son de carácter público y no reservados.
Según el resumidísimo detalle enviado al Concejo Deliberante por el Intendente de Cafayate, el total de ingresos suman la cifra de $8.466.819,57 que incluye la venta de entradas y sponsors entre los principales. Pero más que esto lo que llamó la atención es el nivel de los egresos, que según Almeda, fueron de $6.855.365,23.
La cifra suena estridente sobre todo a la luz de lo ocurrido en la última sesión del Concejo Deliberante donde se desnudó que el denominado ”balance” entregado por el ejecutivo municipal no contenía ningún comprobante que avale la exorbitante cifra de pagos hechos por la organización del festival.
Más dudas generó aún la cerrada negativa de los todos los concejales al proyecto del edil Rodrigo Chocobar de solicitar a Fernando Almeda la remisión de copias de los comprobantes de cada ingreso y egreso que tuvo la Serenata a Cafayate 2016. Es bueno recordar que gran parte de ellos, que el miércoles le pidieron a “Toti” prudencia y responsabilidad, no la tuvieron cuando aplaudieron y felicitaron al intendente por el resultado presentado sin el más mínimo análisis previo.
Es de esperar que prime, en los funcionarios municipales y en especial en los ediles hasta aquí reacios a la investigación y el control, el concepto que el que ejercen no es un “cargo” público, sino una “carga” pública.
se nota que no sabes restar ni sumar no son 7.000.000 nada le ven bien otros años es una perdida impresionante y por fin en la vida tiene una ganancia alta y critican no hay nada q le venga bien una verguenza