La Municipalidad de Cafayate licitó y adjudicó de urgencia los locales comerciales a partir del 1 de mayo, pero no habrá ingresos de colectivos.

Ninguna de las empresas de transporte de pasajeros de larga distancia que operan en Cafayate, Flecha Bus, El Indio y Aconquija, tienen decidido aún instalar sus oficinas y usar de llegada y salida de sus servicios la nueva terminal de Cafayate. Las razones son varias.

En primer lugar porque los reducidos espacios (4x 2,60) designados para boleterías no cuentan con instalaciones telefónicas ni de internet para poder trabajar.

En segundo lugar el poco espacio de los cubículos les imposibilita tener allí el servicio de encomiendas que ocupan una importante superficie del lugar asignado.

Las empresas evaluaron también que el edificio no cuenta con bancos ni sillas de espera para los pasajeros o personas que por diferentes circunstancias deban permanecer un tiempo en el lugar.

Las improvisaciones y desprolijidades en la nueva terminal no tienen límites y abarcan todos los aspectos, desde la planificación hasta estos errores básicos de funcionamiento.

Se tornan inexplicables las acciones y los apuros de Almeda y sus funcionarios por hacer funcionar la terminal al punto tal de ir a contramano de lo que se supone un trabajo organizado y coordinado.

Licitar los locales y exigir la instalación de los mismos sin que esté resuelto el ingreso de los colectivos parece un absurdo porque han de suponer que los locales no van a tener a quien ofrecerle nada.

Suponer que las empresas de transporte lleven sus servicios a la terminal sin tener teléfonos, internet ni espacio suficiente parece sacado de una película tragicómica.

Y por último, no haber previsto la colocación de bancos o sillas de espera para la gente es, además de una improvisación supina, una desaprensión total.