La mañana del jueves se presentó convulsionada por una caravana de autos que copó la plaza central y se apostó frente al edificio municipal.
La protesta interrumpió el tránsito de las calles céntricas por un buen tiempo. Los remiseros estacionaron sus vehículos sobre la calle Nuestra Señora del Rosario quedando bloqueada en la práctica.
Allí se apostaron a la espera de ser recibidos por el Intendente de Cafayate, pero como éste últimamente y por lo general se encuentra ausente de nuestra ciudad, el conflicto tuvo que ser atendido por algunos de sus funcionarios.
El reclamo de los remiseros se concentra en un aumento de la tarifa de un 30%, que en la actualidad es de $18.
Fernando Almeda viene eludiendo recibir a los remiseros desde hace un tiempo, pero ante la magnitud de la protesta, sus funcionarios hoy debieron recibirlos y negociar el petitorio.
Finalmente y de acuerdo a lo informado por el contador Porta, que negoció en representación de los remiseros, el reclamo habría sido aceptado por el ejecutivo municipal, pero la concreción del aumento de la tarifa deberá esperar la aprobación final del Concejo Deliberante de Cafayate, que se reúne los miércoles, pero la semana que viene, el 25 de mayo, no lo hará por ser feriado nacional.
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