Lanzado de lleno a una negociación que le haga perder a Cafayate las tierras que pertenecen al municipio, el Intendente trata de convencer que estas no son factibles de ser habitadas en una clara intención de desvalorizarlas y canjearlas por otras de mucho menos valor.
Fernando Almeda parece haber trazado una estrategia con quienes ejercen la usurpación de las 32 hectáreas de propiedad de la Municipalidad de Cafayate, intentando sacar de la discusión el reclamo judicial que nunca hizo a Pernod Ricard para el desalojo de la parcela 2078 a pesar de tener desde el año 2013 un mandato del Concejo Deliberante en ese sentido.
Almeda nunca intimó a la empresa usurpadora ni intentó recuperar por la vía judicial las 32 hectáreas que de acuerdo a toda la documentación existente, y fundamentalmente a la Cédula Parcelaria, son de propiedad de la Municipalidad de Cafayate.
Con un blanqueo total de las verdaderas intenciones del Intendente Almeda de ceder esa parcela a la empresa usurpadora a cambio de tierras de escaso o nulo valor en la zona del Río Seco, ahora a través de distintos informes solicitados por él mismo y enviados al Concejo Deliberante de Cafayate trata de convencer a algunos ediles y a la gente, de que las tierras no tienen condiciones de habitabilidad y con ese pretexto avanzar con una muy desfavorable negociación para el pueblo.
Esto, obviamente no lo dejará eximido de la demanda que ya pesa en su contra, y que podría extenderse a algunos concejales, por falta a los deberes de funcionario público.
Uno de los informes pedidos por Almeda pertenece a un grupo de jóvenes profesionales a los que Almeda acude con frecuencia y que generalmente trabajan comercializando terrenos de emprendimientos inmobiliarios privados en Cafayate, los que determinaron que las 32 hectáreas en litigio están alejadas del casco urbano por ende de factibilidades y no encajarían en una supuesta estrategia urbanística de Cafayate. Para este caso, no tardó en llegar en contraposición con este informe la comparación con la urbanización privada denominada «Pueblo Nuevo» que también se encuentra a una distancia muy parecida del centro de la ciudad, dentro de una zona «agraria», alejada del casco urbano y sin cercanía con los servicios básicos de agua y energía eléctrica. Sin embargo este emprendimiento también desencajado de un plan urbanístico, sigue creciendo y está avalado por las autoridades municipales.
El segundo y más llamativo informe proviene de la cuestionada y polémica subsecretaría de Tierra y Hábitat del gobierno de la provincia, envuelta por estos días en un escándalo por gravísimas denuncias de oscuros negociados con tierras que tiene a por lo menos seis personas detenidas y procesadas. A este cuestionado organismo del gobierno del que Almeda es socio, el intendente le pidió un relevamiento de las factibilidades de habitabilidad de las 32 hectáreas.
El informe elevado por Tierra y Hábitat con la firma del arquitecto Pedro Guillermo Peretti, director del Programa de Hábitat de ese organismo provincial, se inicia con una sucesión de inexactitudes y contradicciones que deja a todo ese trabajo bajo un manto de enormes dudas y siembra las dudas de que pueda haber sido elaborado por alguien que haya estado en el lugar. Por otra parte, el «trabajo» de Tierra y Hábitat deja un trazo muy claro de aval a la usurpación de Pernod Ricard, que hasta llega a reconocerle a la empresa usurpadora derechos de propiedad sobre las tierras ocupadas ilegalmente por haber sido «adquiridas» según explicita el firmante del informe, no existiendo ningún aval jurídico que sustente esa posibilidad. Esto deja nuevamente a Tierra y Hábitat en un campo de sospechas sobre sus actuaciones cuando de tierras se trata.
Las intenciones declaradas por Almeda durante la conferencia de prensa de la semana pasada sobre el destino de las tierras, son llamativamente siempre a favor de los interés de la empresa usurpadora. Allí blanqueó que pretende recibir por las 32 hectáreas de la pista de aviación, la misma cantidad de tierra en el Río Seco, cuando se sabe de antemano del infinitamente menor valor de estas últimas respecto de las usurpadas por Pernod Ricard.
Para abonar las sospechas que ya pesan sobre esta negociación, el mismo intendente reveló ese día que el objetivo final es posteriormente a recibir las tierras del Río Seco venderlas porque no son habitables, para comprar más otras más cerca del pueblo.
Esto que raya lo absurdo no encuentra lógica desde ningún punto de vista, porque si realmente Almeda estaría pensando en el interés del pueblo, y si fuera cierto que las 32 hectáreas de la pista de aviación no son habitables, avanzaría con el desalojo de la usurpación, tomaría posesión de lo que le pertenece a la Municipalidad de Cafayate y las vendería consiguiendo muchas veces más por el valor que esas tierras tienen.
Ejemplificando comercialmente lo que Fernando Almeda pretende hacer sería que: entregaría un camión de primer nivel a cambio de una bicicleta inutilizable para venderla y con eso tratar de comprar nuevamente un camión.
De concretarse esto, estaríamos frente a uno de los casos más grandes y graves de negociado y corrupción que haya tenido Cafayate.
Veo muy calmado el tema en este diario.
¿ Ya están en cana los malos ?
Casita hdrmp tu mandato se va a terminar mas pronto de lo que crees y no vas a poder pisar nunca mas las calles de Cafayate