La nueva Reina Provincial de los Estudiantes fue recibida con una caravana que la escoltó hasta la plaza 20 de Febrero en donde se preparó un especial escenario.
Una multitud estimada por la policía local en dos mil personas se reunió para dar la bienvenida a María Alauie, la nueva soberana de los estudiantes salteños, elegida en la madrugada de este domingo en la ciudad de Rosario de la Frontera.
Es que fue una noche distinta en Cafayate con una suerte de vigilia de prácticamente todo el pueblo que siguió las alternativas de la elección frente a los televisores. Tras conocerse la decisión del jurado se escucharon bombas de estruendo y otros fuegos artificiales que sorprendieron a quienes a esa hora dormían.
Ya por la mañana y cerca del mediodía el clima de alegría se extendió a cada hogar cafayateño y las redes sociales hicieron lo suyo rompiendo la monotonía habitual del domingo. Primero fueron los compañeros de María Alauie que se convocaron por la redes para esperarla a las cinco de la tarde en el acceso norte de la ciudad y la invitación terminó masificarse.
María llegó con su madre y su hermana un poco más tarde, pero la espera solo hizo que la expectativa creciera. Una enorme caravana de autos, motos, camionetas, bicicletas, camiones y hasta una murga la esperaban en la intersección de las rutas 40 y 68.
Al llegar la nueva Reina Provincial de los Estudiantes la emoción fue total: bombas de estruendo, aplausos, abrazos y lágrimas coronaron un momento único e inesperado.
María, vestida con los atributos de soberana de los estudiantes salteños fue invitada a subir a un camión de los bomberos voluntarios y con la sirena del mismo presidiendo comenzó una enorme e interminable caravana que a marcha muy lenta recorrió la Ruta 40 y la Avenida Güemes atestada de vecinos en las veredas saludando y aplaudiendo a la nueva Reina.
La columna llegó hasta la Plaza 20 de Febrero con un bullicio ensordecedor tanto como la emoción de una enorme multitud que la esperaba en el lugar, rodeando el improvisado trono armado en el mástil del paseo. Globos, papel picado y hasta pomos de lanzanieves le dieron color y calor a la fiesta.
El camión de los Bomberos de Cafayate que la trasladaba llegó hasta el frente de la Catedral de Cafayate e inmediatamente fue rodeado por la gente. Allí estaban sus compañeros, amigas y amigos, autoridades de Cafayate y vecinos de todas las edades, una marea humana estimada en dos mil personas por la policía local.
Cafayateños de todas las edades estuvieron ahí.Nadie quiso faltar a la bienvenida y celebración. Los abuelos del Hogar de Ancianos Padre Ismael Sueldo tampoco y desde temprano estuvieron en la plaza esperando la llegada de La Reina Provincial de los Estudiantes. Un momento de alta emotividad se vivió cuando al bajar María del lugar donde se armó el trono, fue a saludarlos y agradecerles, lo que despertó un torrente de aplausos y llantos.
Con la ayuda de sus compañeros pudo llegar María hasta el centro de una plaza adornada de globos y colores y cuando subió al trono preparado por estudiantes de Cafayate estallaron los aplausos y los gritos de júbilo y los ojos de todos se llenaron de lágrimas. Su madre, Carina, emocionada contó que el viaje de regreso se demoró más de los previsto y que en el camino María se lamentaba que se hacía tarde y que sus amigas, amigos y compañeros ya no la esperarían y que tendría que esperar hasta el otro día para verlos por lo que la inesperada recepción la sorprendió hasta las lágrimas.
A su turno, la Reina de los Estudiantes apenas pudo esbozar unas pocas palabras y no pudo seguir, quebrada por la emoción, pero agradeció profundamente semejante recepción, la que seguramente no olvidará en toda su vida y Cafayate tampoco.