Agrimensores y técnicos que trabajaron sobre la descripción del terreno estipulado en el polémico convenio ponen en dudas que puedan existir 70 hectáreas y determinan que está travesado por arroyos.

Los profesionales que trabajaron con planos satelitales sobre las descripciones que figuran en el convenio dijeron a Radio Cafayate que “el texto es ambiguo y no está muy clara la delimitación por lo que solo se pueden hacer aproximaciones. Con los datos que allí figuran, el predio ofrecido no tendría más de 34 hectáreas, es lo que se puede interpretar de lo que está escrito. Ahora, si se quiere determinar cuanta de esa superficie es útil, hay que descontarle los conos de defección de flujos aluvionales (arroyos que la cruzan) más los 30 metros que legalmente se deben dejar de rivera en cada margen del Río Seco chico y entendemos que por un litigio con la familia Ramírez se debe abrir un camino de paso (servidumbre) que por lo menos tiene que tener 12 metros de ancho, con todo eso, pueden llegar a quedar unas 25 hectáreas aproximadamente. Pero aclaramos que todo es aproximado porque lo que se puso en el convenio no tiene nada específico. Es muy raro que en un convenio oficial no esté claramente especificada el área” concluyeron.

Los profesionales confirmaron además que no pudieron obtener cedulas parcelarias de la matricula 3685 que Pernod Ricard promete desmembrar ni de la matricula 2078 de las 32 hectáreas de la Municipalidad de Cafayate porque ambas se encuentran llamativamente “bloqueadas” desde días después de la firma del convenio sin que nadie pudiera explicar las razones

Vestigios arqueológicos

Los profesionales agregaron que el área que se supone es la que Pernod Ricard ofrece, tiene una importante presencia de ruinas arqueológicas, muchas de ellas a la vista. De acuerdo a los vecinos del lugar, en la zona se pueden ver claramente paredes de casas, además de todo tipo de piezas en piedra y  cerámica.

El plano muestra en celeste el área que podría corresponder a la superficie ofrecida por Pernod Ricard en donde claramente se ve que está atravesada por un gran arroyo (en verde arriba) y dos más que la cruzan por el medio.

En la línea celeste de abajo se ve que el límite bordea la rivera del Río Seco chico el que en varias oportunidades inundó toda el área demarcada en celeste de acuerdo al testimonio de los vecinos del lugar.

El plano se realizó en base a los confusos y ambiguos datos que posee el convenio sobre lo que Pernod Ricard promete que algún día hará el desmembramiento y tendrá un plano catastral.