“Lobo” el perro peregrino de San Carlos, una historia ligada fuertemente al Milagro salteño, la vivencia de este peregrino de cuatro patas recorrió el País, a través de los medios de comunicación que se sorprendían por lo que había sucedido.
San Carlos despertó con una noticia muy triste, el perrito peregrino partió hacia el cielo, debido a su avanzada edad. Los vecinos conmovidos por la noticia acompañaron los restos de «Lobo» hacia la plaza principal de San Carlos, donde lo enterraron, cerca de su propio monumento, donde quedó inmortalizado.
La Historia
El Perro Peregrino llegó a la ciudad de Salta el 13 de septiembre de 2004 junto a un grupo de peregrinos que habían partido desde San Carlos para participar de la Fiesta del Milagro de ese año. El perro los había seguido y había compartido con ellos el frío y el cansancio por la extensa caminata.
Llegado el día de la procesión del Señor y la Virgen de El Milagro los promesantes sancarleños encerraron al perro en una vivienda hasta regresar de la celebración religiosa, pero cuando volvieron a buscarlo para regresar al pueblo se encontraron con que alguien había abierto la puerta y “Flaco” o “Lobito” se había escapado.
En esa oportunidad los peregrinos hablaron con distintos medios de comunicación de la ciudad de Salta para dar aviso y tratar de ubicarlo, pero debieron regresar a San Carlos sin poder dar con él.
Grande fue la sorpresa cuando el día 17 de septiembre de 2004, el perro peregrino apareció en San Carlos solo, con evidentes signos de agotamiento y con un débil estado al haber caminado de regreso a su pueblo.
Los sancarleños no salían de su asombro al verlo y relataron en aquel momento que “La cinta roja de su cuello ya no tiene el mismo color, ni sus patas la firmeza de siempre, no mueve la cola, está muy flaco y ni siquiera puede pararse”.
“Flaco”, “Lobito” o “El Perro Peregrino” fue atendido por un veterinario de Cafayate en aquel momento y pudo recuperarse.
Fuente: FM La Voz de San Carlos