La lluvia caída en las últimas horas produjo la crecida y se pudo ver por momentos un caudaloso cauce pero sin peligros de desbordes.
Si bien la lluvia fue persistente durante muchas horas, la intensidad no fue tal como para producir una crecida peligrosa.
Lo que sí pudo verse es como el agua arrastraba mucha piedra, troncos, barro y otro tipo de basura que se acumula en el cauce durante el tiempo sin precipitaciones.
Los que pudieron ver la llegada de la punta de la creciente suave y vecinos que viven cerca del río comentaron el fuerte olor a barro de las primeras horas de la presencia del agua en el cauce.