Si la causa no fuera el ultraje a una chiquita salteña de 12 años, el proceso para sacar a la víctima de la escena del espanto y reunirla con su madre, es tragicómico.
Más de una semana después de que la niña denunciara que estaba siendo violada sistemáticamente por su padre Victoriano López, la chiquita deberá seguir viviendo la pesadilla en la misma casa donde fue ultrajada con la crisis y el consiguiente trauma que eso puede significar desde el punto de vista psicológico.
Tal cual informara radiocafayate.com, A.V.L.C., las iniciales de la víctima, debía tomar un vuelo de Aerolíneas Argentinas a las 06:05 de este domingo en el aeropuerto de Neuquén y llegar a Buenos Aires a las 07:40 para luego a las 10:30 tomar otro avión con destino a Salta y llegar a las 12:45. Todo esto acompañada por la psicóloga asignada por el gobierno de Río Negro.
En el transcurso de la mañana del domingo radiocafayate.com comenzó a averiguar sobre el viaje de la niña y la sorpresa fue que A.V.L.C. no pudo abordar en Neuquén porque nunca se envió desde el Ministerio que conduce Pamela Calletti el certificado de nacimiento actualizado.
Por esta causa la niña violada deberá volver a la ciudad de Allen, donde permanece viviendo en la casa donde fue ultrajada por su padre Victoriano López y seguir conviviendo con la hermana de este, a quien ya la justicia puso los ojos encima por no alertar a la madre de A.V.L.C. que el depravado había sido condenado a cinco años de prisión por abuso sexual, antes de llevar a vivir con él a su hija.
La hermana vive de siempre en la casa del degenerado y jamás alertó de que el padre hacia dormir con él a su hija, desde su llegada a la localidad de Allen el 7 de enero de este año.
Desde la denuncia de la niña el pasado viernes 17 de febrero y la detención del degenerado el sábado 18, A.V.L.C. fue llevada, tras los exámenes médicos y la cámara Gessell a vivir, para esperar el regreso a Salta, nuevamente a la casa donde fue ultrajada y a cuidado de la hermana del abusador, quien claramente puede resultar cómplice del violador, por acción u omisión. Recordemos que esta mujer negó a la madre de la niña haber sabido que su hermano estuvo cinco años preso por abuso sexual a pesar de que vive en la misma casa.
¿Calletti dónde está?
A todo esto, la cuestionada Ministra de Derechos Humanos, Pamela Calletti, jamás apareció desde que su ministerio de enterara del caso.
Los familiares de la niña relataron a radiocafayate.com que Calletti solo atinó a hacer una llamada el jueves por la noche a una persona que acompaña a la madre de la niña, cuando, tras cinco días en Salta, la madre de la niña seguía desesperada en una suerte de laberinto burocrático del Ministerio de Calletti con idas y vueltas, dichos y contradichos, sin saber si ella viajaría a buscar a su hija o si la niña viajaría hacia aquí.
A raíz de esto, los ánimos se caldearon y varios organismos contra la violencia de género comenzaron a averiguar sobre el caso y el tema comenzó a generar malestar. Fue entonces que Calletti se comunicó con una persona que acompaña a la madre de la niña, para mostrarse enterada de la cuestión, pero todo le salió mal, pues su interlocutora le tuvo que enrostrar que la información que pretendía dar era falsa, errónea o desactualizada y que todo lo que estaba tratando de informar ya había sido desmentido por la realidad de los hechos y el tiempo. Punto final para la actuación de la cuestionada funcionaria, volvió a desaparecer y nunca más se supo.
A todo esto, nuestro medio supo que la madre de la niña violada, tuvo que dejar su casa del paraje Santa Rosa, sobre la Ruta 40 en el Departamento de San Carlos, para padecer con la burocracia, acompañada en todo momento de su actual pareja. Ambos viven en una extrema pobreza y la situación los llevo a tener que dejar su casa y a otros tres hijos de 8, 7 y 3 años, dos de ellos con problemas de discapacidad, al cuidado de la abuela, cercana a los 90 años. Nada de esto sensibilizó a la burocracia.
El tener que permanecer por casi una semana en una ciudad que no conoce y en la que no sabe manejarse, sumado al dolor doble de la madre por la situación de su hija violada y el obligado abandono de sus otros hijos, sumió a esta humilde mujer de 32 años en varias crisis de nervios.
Hoy la esperanza de un esperado y merecido alivio volvió a hacerse pedazos ante la insensibilidad.
En Salta, la Emergencia de Violencia de Género es solo un slogan del gobierno de Urtubey. La realidad sigue lastimando y matando a las mujeres.
Maldita burocracia