Este martes fue sepultado en el cementerio de Cafayate en medio de muestras de dolor de cientos de cafayateños. Lo despidieron con coplas, poesía y el vals «Mal de luna”.
Tras el velatorio en la Finca San Pedro de Yacochuya, hubo una misa de cuerpo presente en la Catedral de Cafayate en horas de la tarde, Arnaldo Etchart fue trasladado con un numeroso cortejo hasta el cementerio local, en donde hubo palabras de reconocimiento para su trayectoria, fundamentalmente en lo que atañe a su aporte para el prestigio vitivinícola de Cafayate y la creación de la Serenata a Cafayate.
Al dolor de sus familiares se sumó la congoja y el reconocimiento de cientos de cafayateños que fueron a despedirlo.
Como no podía ser de otra manera, su mecenazgo artístico fue reconocido y allí estuvo el Bagualero Vázquez ofrendándole coplas de reconocimiento y amistad, lo mismo hizo Raúl “caucio” Guantay.
Marta Cabezas recitó poemas en su honor y antes de ingresar el féretro al mausoleo de la familia Etchart, hubo palabras de despedida de parientes y Calixto “Rigal” Ríos y Roque Zuleta junto al “acuarela” Ulivarri cantaron el vals Mal de luna, ícono musical de la Serenata a Cafayate, que fue acompañado por todos los presentes.
Cafayate despidió a uno de sus más grandes pioneros con enormes muestras de dolor y reconocimientos. Arnaldo Etchart deja un legado empresarial y cultural de enorme dimensión con su nombre y apellido grabados en la historia del Valle Calchaquí .