Un documento revelador hecha por tierra todo lo argumentado y  planteado por la empresa usurpadora ya que afirma que la matrícula 2078 es de propiedad de la Municipalidad de Cafayate.

Radio Cafayate tuvo acceso a una Carta Documento enviada por Pernod Ricard en el año 2016 en la que reconoce que las 32 hectáreas que usurpa desde hace más de 20 años no le pertenecen.

En el documento, el abogado de los usurpadores, deja en claro que la propiedad de la matricula 2078 es de la Municipalidad de Cafayate.

Con esto se cae a pedazos el principal argumento con el que la empresa batalló estos últimos años intentando apropiarse indebidamente de las 32 hectáreas que usurpa causando enormes daños y perjuicios a los cafayateños, además de haber sumido a la población en una enorme tensión por años.

La Carta Documento cobra un enorme valor jurídico si se tiene en cuenta que fue la propia empresa quien la confeccionó. Sus términos son determinantes para poner claridad sobre el principal argumento esgrimido a lo largo de todos estos años por parte de la empresa usurpadora y de quienes desde la Municipalidad y el Concejo Deliberante intentaron por todos los medios que las tierras queden en manos de Pernod Ricard actuando como voceros de los usurpadores intentando sembrar temor sobre un posible juicio que el municipio perdería.

La aparición de esta Carta Documento es una cachetada para quienes trazaron la endeble estrategia judicial de la Municipalidad de Cafayate tratando siempre de llevar la cuestión a que parezca inevitable que las tierras queden en manos de los usurpadores.

El documento que aquí publicamos pone en evidencia que nunca trabajaron desde la Municipalidad de Cafayate, como tampoco los exconcejales almedistas con el ahínco que el tema requería y no buscaron nunca demostrar judicialmente con toda la documentación existente que las tierras pertenecen al pueblo de Cafayate y que los usurpadores deben devolverla inmediatamente, además de pagar por los daños y perjuicios ocasionados a los cafayateños por más de 20 años de ocupación, sumado esto a los beneficios que usufructuaron por la explotación ilegal que realizaron en esas tierras.