Como ya es tradición, el primer domingo de Mayo cientos de cafayateños ascienden hasta la cumbre en donde está ubicada la emblemática cruz.
Si bien el Día de la Cruz es el 3 de Mayo, en esta oportunidad fue el domingo 6 de mayo, aunque muchos de los participantes emprendieron la marcha el sábado por la noche.
Analía Sarapura de Radio Cafayate participó de la celebración y cubrió periódicamente la tradición cafayateña.
El Grupo Scout de Cafayate liderados por Valeria Torres, nieta de “Acucho” Torres uno de los pioneros de la colocación de la Cruz en septiembre del año 1967, trabaja previamente limpiando el recorrido, además de llevar para el sábado a la noche un grupo electrógeno que permite iluminar la emblemática Cruz del Cerro San Isidro.
Originalmente la Cruz tenía 18 metros y en el año 1968 el viento la volteó por lo que se modificó el tamaño antes de erigirla nuevamente y fue achicada a 15 metros para soportar mejor las fuertes ráfagas que azotan en oportunidades la cumbre del cerro San Isidro.
Con motivo del Día de la Cruz hubo una celebración religiosa al cargo del Diacono Pedro Ochoa, quién en su mensaje dejó un fuerte mensaje de cuidado del medio ambiente y pidió que no se deja basura en el lugar.
Conciencia ambiental
La peregrinación, además de la evocación religiosa, permite disfrutar de un recorrido maravilloso, con vistas extraordinarias de nuestra ciudad desde lo alto y una visión panorámica del Valle, aunque hay que lamentar el vandalismo humano que se aprecia a lo largo del camino ya que se destruyeron estaciones del Vía Crucis y hasta se robaron una campana colocada en el lugar y placas recordatorias.
El recorrido además permite encontrarse con flora silvestre de altura con algunas especies que ya solo se encuentra en los cerros como el arcayuyo, vira vira o cedrón del campo.
El sábado
Una particularidad de esta celebración es que hay peregrinos que suben a la Cruz el día anterior y hacen noche en la cumbre del Cerro San Isidro. Entre ellos jóvenes del Grupo Scout y en esta oportunidad, integrantes del Fortín Virgen de María cumpliendo una promesa fueron los encargados de servir una cena para todos los que ya estaban en el lugar, lo mismo que un desayuno en la mañana del domingo.
Majestuoso visitante
Una nota de color y una imagen imponente la dio el vuelo de un cóndor sobre la cumbre del cerro con el resplandor del sol entre las nubes y en el momento de la celebración religiosa lo que fue destacado por todos los presentes.