Fue un cumpleaños particular del “Millonario”, con homenajes a Ortega, a Pablo Saldaño y a otros ídolos del club de Núñez.
La agrupación “Cafayate es de River” organizó un festejo a lo grande con dos objetivos: homenajear a Pablo Saldaño, y a su vez celebrar el cumpleaños número 117 del millonario con la presencia de Ariel Ortega y otras glorias de los 90 de un River multiganador.
La fiesta salió redonda, porque no faltó ninguno y más de 5 mil personas coparon el estadio Michel Torino de Cafayate para ver en vivo y en directo a los ídolos locales, provinciales y nacionales, en un partido fraterno entre los viejos referentes millonarios (junto a Ortega estuvieron Leonardo Astrada, Ramón Ismael “Mencho” Medina Bello y Gustavo “Chapa” Zapata) frente a los “héroes” de los ascensos de Gimnasia y Tiro a Primera División en los 90, abanderados por Saldaño, el cafayateño más famoso, escoltado nada menos que por Pedro Guiberguis, Luis Rueda, el “Coya” Castellanos, Omar “Negro” Alegre, Miguel Ibáñez y los hermanos Isidro y Raúl Iturrieta, entre otros. Del encuentro también participaron jugadores de la Liga Calchaquí, como para que la fiesta sea más integradora.
El 2 a 2 del final quedará para la simple anécdota de un festejo que perdurará en la memoria de los cafayateños. En la jornada de la víspera del aniversario de River, el pasado jueves por la noche, tuvo lugar la “Gran Cena Millonaria” que la agrupación viene realizando religiosamente desde hace cuatro años, a la que no faltó ninguno de los invitados de lujo, con Ortega y Saldaño incluidos, los homenajeados y principales protagonistas del acontecimiento.
«Fue un homenaje en vida»
Pablo Saldaño, ídolo en su Cafayate natal, fue otro de los homenajeados en la gran fiesta. El Duende vistió las camisetas de los tres grandes de Salta, pero sin dudas fue en Gimnasia y Tiro donde se consagró.
En su fiesta y en la del millo se reencontró con sus excompañeros y lo invadió la nostalgia. “Los homenajes se hacen en vida y este fue inolvidable. Hace 19 años no me encontraba con el Pato Ibáñez, el Cococho Jiménez. Estuvieron presentes 22 de mis excompañeros y estoy muy agradecido. Fue algo nunca visto en Cafayate para la gente que no tiene la posibilidad de ver todos los días a exjugadores de Selección”, expresó Saldaño en diálogo con El Tribuno, para luego ampliar: “Me hicieron sentir que fui buena persona, buen compañero, y eso es lo más importante”.
El exdelantero del albo también se hizo tiempo para lamentar el mal momento del fútbol salteño. “Hace muchos años que no hay un equipo en Salta que identifique, que ilusione. Nuestra camada era compuesta por jugadores del norte que por dos mangos se rompieron el alma por la camiseta, siendo amigos o no. Espero que pronto la cosa cambie para bien”, concluyó Saldaño.