Trompadas, sospechas, gritos, insultos, amenazas, llantos y violencia laboral dejan la situación en una enorme incertidumbre para el futuro.
Los hechos, que primero parecían aislados, se fueron sucediendo uno a uno, para terminar relacionados en un lapso de tres semanas con derivaciones impensadas por los protagonistas y por la comunidad.
El viernes de la semana pasada el conflicto tuvo su punto culmine durante una asamblea en la que se conocieron gravísimas denuncias.
Una espiral conflictiva
Si bien los rumores sobre problemas y dificultades en el funcionamiento del vertedero y la relación de Consorcio que lo administra con la Cooperativa encargada del reciclaje habían ganado la calle y la opinión pública, no se conocía la dimensión del conflicto.
El primer eslabón de esta cadena de conflictos puede ser ubicado en el pedido de interpelación al Intendente presentado por la Concejal Patricia Castro para que explique varios temas relacionados con el Consorcio que administra el vertedero en el cual depositan sus residuos las Municipalidades de Cafayate, Animaná y San Carlos.
Fernando Almeda logró eludir la convocatoria por algunas semanas pero finalmente terminó por acudir al Concejo. La interpelación no dejó nada claro pues los concejales oficialistas lograron que todo se mesclara y que la cuestión del vertedero terminara en un mar de dudas. Para peor la Presidenta del Concejo no siguió con un orden de la palabra a los ediles y declaró el debate abierto lo que derivó en un enorme beneficio para el Intendente que logró que no se puntualice nada en concreto.
Tras la sesión, la Concejal Castro dijo que “todo se salió de cauce y yo me quedé con el 90% de las preguntas sin poder hacérselas al Intendente, una verdadera lástima porque las respuestas no eran para mi sino para la comunidad que reclama claridad de los actos de gobierno”.
Insultos y trompadas en el vertedero
Una tensa relación entre el Consorcio y la Cooperativa convivía hace largo tiempo en el vertedero. Sin encontrar encausarse el conflicto y lejos de apaciguarse hace dos semanas la tirantes llegó a uno de sus puntos más álgidos cuando hace dos semanas el Secretario de la Cooperativa, Ricardo Vais, entre insultos y amenazas, agarró a trompadas al Gerente Operativo del vertedero, Emanuel Cutipa, situación que a pesar de la gravedad jamás fue denunciada por el Consorcio a pesar de que Almeda durante la interpelación que repudiaba cualquier acto de violencia.
Tras estos violentos hechos la situación se tornó insostenible, tanto política como operativamente ya que ahora la planta solo funciona dos o tres días a la semana con 5 o 7 operarios de los 23 que deberían ser, algo muy distante de lo planificado por la Nación cuando desembolsó más de 4 millones de pesos para la construcción y funcionamiento del vertedero.
Nafta en el fuego
El conflicto fue creciendo y ganando espacio en la opinión pública por lo que se decidió realizar una asamblea del Consorcio Público de Gestión de RSU que administra el vertedero regional, la que fue convocada para el día viernes 8 de junio a las 20.
Allí se supone que se intentaría encauzar y enfriar los diferentes conflictos suscitados en las semanas anteriores y que tomaron estado público por denuncias de la Cooperativa que explota la planta de separación y acopio de materiales reciclables quienes reclamaban mayores aportes económicos y una renovación urgente del contrato.
Lo que fue pensado como una asamblea para acercar posiciones y bajar los decibeles, desembocó en un escándalo de proporciones insospechadas que podría tener derivaciones judiciales.
Es que los socios rasos de la Cooperativa denunciaron ante los intendentes de Cafayate, Animaná y San Carlos, además de otros funcionarios y Concejales presentes, violencia física y psicológica sistemática por parte del Consejo Directivo de la misma. También sembraron dudas sobre los 3 mil pesos que reciben mensualmente ya que según esas denuncias, esa suma no condice con las ventas mensuales que se realizan a los acopiadores de la ciudad de Salta que para colmo, dicen, se hacen en negro por lo tanto difíciles de constatar. Afirmaron que esas ventas son muy productivas porque no se paga flete ya que el municipio de Cafayate colabora con los camiones que transportan gratuitamente el material prensado.
Violencia laboral
Si todos los presentes estaban sorprendidos y azorados ante el relato de los cooperativistas hasta ahí, pasaron al estupor cuando escucharon ente llantos y sollozos por un lado, gritos y nerviosismo del otro, a los socios de la cooperativa contar penurias diarias a las que eran sometidos con calificativos y gritos denigrantes como también golpes y empujones.
En ese momento la tensión se podía percibir en el aire. Con silencios previos, los funcionarios del consorcio de a poco fueron informando que desconocían totalmente la situación.
Nadie sabe hasta el momento que derivaciones tomará la tensa situación. Se especuló con denuncias judiciales por violencia laboral pero nadie terminó de confirmarlo. Fuentes municipales dijeron que los Intendentes evalúan dar por finalizado el contrato porque una denuncia de los cooperativistas por malos tratos puede dejarlos como responsables solidarios ya que son ellos quienes en definitiva contratan a la Cooperativa y es su deber controlar sus acciones.
indignante es poco, lo peor que puede haber es la explotación del pobre por el pobre.
se puede ser mas miserable y rastrero????
el intendente es una vergüenza como puede permitir esto con su silencio cómplice ?