El asesinato del joven cafayateño caló hondo en la comunidad y sus restos fueron despedidos por una enorme cantidad de personas.
Tras el violento episodio que terminó con la vida de Juan Leonardo Díaz la inhumación de su cuerpo mostró hasta donde el crimen conmocionó a los cafayateños.
Luego de que se trasladara el cuerpo del joven desde Salta, en donde se practicó la autopsia, sus restos llegaron cerca de la medianoche del domingo y fueron velados en una sala privada de nuestra ciudad.
Este lunes a las cinco de la tarde se realizó la Misa de cuerpo presente en la Catedral local celebrada por el Obispo Jiménez en una Iglesia colmada de gente, particularmente jóvenes. Allí se escucharon palabras dirigidas fundamentalmente a la juventud alertando sobre la violencia de diferentes manifestaciones y otros flagelos sociales que lamentablemente se perciben con demasiada nitidez en nuestra comunidad sin que haya reacción alguna del Estado y sus autoridades.
Algunas estimaciones daban cuenta anoche de que unas trescientas personas acompañaron la inhumación de los restos del joven asesinado con un arma blanca en un acto de violencia demencial .
El cortejo hasta el cementerio tuvo un conmovedor silencio interrumpido solo por rezos y plegarias.
Pero fue en el momento en que el cuerpo de Juan Leonardo Díaz era depositado dentro de un nicho del cementerio local, cuando surgió espontaneo, con respeto, sin estridencias pero con la fuerza de la conciencia el pedido unánime de justicia. “¡Justicia para Leonardo!”, “¡Justicia,justicia!” resonó en el profundo silencio del camposanto.
Tras ese último adiós, cientos de cafayateños se retiraron del lugar acongojados, con paso lento, ensimismados y preocupados por la palpable espiral de violencia que sufre Cafayate.
Las frases más repetidas y escuchadas en tono de murmullo en la tarde noche del lunes, además de lamentar la perdida de una vida joven, hacían referencia a la reinante preocupación: “Esto está descontrolado”, “la droga está haciendo estragos”, “los chicos están perdidos”, “Cafayate está cada vez más violento y nadie hace nada” y la que tuvo tinte de clamor fue “Tiene que hacerse justicia”.