Murió este domingo a los 91 años una de las más reconocidas bagualeras del Valle Calchaquí.
Su afición por la copla terminó convirtiendola en una referente del canto ancestral y con el paso del tiempo su casa de Los Andes y Chacabuco se convirtió en una suerte de templo de revalorización de las más valiosas costumbres autóctonas como el Encuentro de Comadres y Compadres.
Vivió gran parte de su vida en La Florida junto a su esposo Francisco. Luego se trasladaron a vivir en el pueblo pero sus costumbres y sus tradiciones siguieron intactas.
Una mujer prolífica que tuvo quince hijos y 55 nietos y una importante cantidad de bisnietos y tataranietos.
Doña Amalia López a los 91 años era una de las más longevas bagualeras del Valle Calchaquí y supo peregrinar en fiestas religiosas ya tocando los 90 años.
Se conoce por relato de sus hijos que ya muy anciana y con dificultades para caminar, estando en la cama pedía la caja para cantar coplas.
Este lunes, el reconocido bagualero Raúl ”Caucio” Guantay homenajeó en Radio Cafayate a Doña Amalia y luego de trazar una reseña de la vida de la coplera hizo conocer unos versos que escribió en homenaje a Doña Amalia López y que recitó durante su funeral, dicen así:
El campo se pone triste en tiempo de primavera
antesito del milagro, ya partió la bagualera
Su caja está de luto, la copla quedó sin fiesta
La huastana es una lágrima, con que llorar la chirlera
Adiós Amalia de López, estirpe de bagualera
En Chacabuco y Los Andes continuará tu leyenda.