Cumpliendo con la establecido en la Carta Orgánica, el Intendente de Cafayate asistió para dejar inaugurado el período de sesiones ordinarias y se emocionó durante el discurso.
Fernando Almeda emocionado hasta las lágrimas hizo referencia a las críticas que recibe por sus ausencias en el municipio y se justificó reconociendo que suele no encontrarse habitualmente debido a los viajes para realizar gestiones y pidió la comprensión de la comunidad por ello.
Durante el mensaje anual el Intendente hizo referencia al tema y dijo que “cuando asumí, en mis campañas electorales decía que… el intendente tenía que estar las 24 horas del día para compenetrarse en todas las cuestiones y poder tocar todas las puertas” para luego justificar el tiempo ausente en el municipio.
En otro momento, ponderó entre lágrimas su gestión y particularmente tuvo fuertes elogios para el arquitecto Ignacio Carón a quien calificó como “El Arquitecto del Pueblo”. Afirmó que “es una eminencia diseñando, ejecutando y haciendo”… dijo, “tengo la obligación moral de destacarlo y de decirle a mi querido pueblo que realmente me enorgullece trabajar con un arquitecto de esa calidad”.
Las palabras de Almeda contradijeron los enormes cuestionamientos recibidos en las últimas semanas por la situación del Río Chuscha y, por ejemplo, al diseño y ejecución de la obra de la nueva terminal que tiene enormes fallas estructurales y de funcionalidad sumados a todos los problemas que surgieron durante la construcción, además de que hasta el día de hoy sigue sin contar con ingresos y salidas adecuados para los colectivos.
El Intendente dio un claro respaldo político a quien es el funcionario más cuestionado por la comunidad durante los dos mandatos en el municipio.
Fernando Almeda, más allá de lo emocional en lo que oficialmente fue su último mensaje , aunque buscará un tercer mandato, no hizo anuncios de nuevas obras ni metas a concretarse en este año.
Tampoco hubo autocritica alguna a su gestión ni al trabajo de sus funcionarios.
Pero el Intendente si puso énfasis en marcar la crisis actual del país y ponderando el buen momento fiscal y monetario del municipio.
A pesar del momento de preocupación que se vivía en Cafayate por esas horas con la crecida del Río Chuscha, nada dijo al respecto y tampoco habló de los $6 millones de pesos de las supuestas canalizaciones.
Lagrimas de cocodrilo? Se le termina el despilfarro a él y sus compinches??