Nicolàs Etchart es sobrino de Carlos Alberto “El Moro”Etchart y ante la noticia de su muerte escribió lo que calificó de “sensaciones subjetivas” sobre su “tio”. Aquí las transcribimos.
Amigo de sus amigos, amante de Borges, de la poesía y de la cultura. Excelente lector, leía obras hasta en inglés. Su casa siempre fue lugar de encuentro de poetas, escritores y gente de la cultura en general.
Fue quien instaló el vino en la Ciudad de Buenos Aires, haciendo que se convierta en conocido el Etchart Privado Torrontés.
Abrió el mercado europeo a los vinos con sus viajes en épocas de la bodega por los años ‘70/’80.
Si tengo que rescatar algo de él, es su corazón y bonhomía. No conozco una persona que me pueda decir algo malo respecto de su manera de ser con los demás.
Poetas y trasnochados podrán contar mejor que yo quien fue mi querido tio….Cuando me vine a vivir a Salta en el año 2005 todas las personas de su generación me preguntaban que era de “El Moro”. Para mí fue una gran sorpresa, pues crecí con la sensación que “el famoso” era mi otro tío, mi tío Arnaldo.
Descubrí que “El Moro” sembró en quien lo conoció, generosidad, poemas, prosa, momentos compartidos inolvidables y sobre todo mucha cultura y amor por el arte. Realmente fue un diferente. Desde su humildad y don de gente.
Tenía planes de volver a su Cafayate, para compartir con su hermana “kuky” unas empanadas y poder ver sus queridas viñas cafayateñas, no llegó. Su corazón le dijo basta. Volvió solo dos o tres veces a Cafayate desde que la familia vendió la bodega Etchart.
Añoraba sobre todo sus viejas amistades con las cuales hoy se estará reuniendo. Por lo que ya para el, su Cafayate no es el mismo. Tipo noble y justo. Con sus cosas, como todo ser humano, pero con un gran sentido de la equidad y justicia.
Se quejaba de que en el mausoleo de la Familia en Cafayate iban poniendo tantos familiares que tenía miedo de no tener su lugar para el día que al final llegó.
Tal cual él lo deseaba, será traído desde Buenos Aires y descansará en paz junto a sus padres y hermano Arnaldo.
Tuvo la gracia de Dios de morir confesado y comulgado.