La misma fue convocada al mediodía en la Municipalidad de Cafayate y se vivieron momentos de mucha tensión.

Las autoridades provinciales que llegaron a Cafayate para atender la emergencia, encabezadas por el Ministro de Seguridad de la provincia Juan Manuel Pulleiro, se reunieron en edificio municipal con el Intendente Fernando Almeda, algunos de sus funcionarios y concejales luego de recorrer las zonas afectadas por el desborde del Río Chuscha y de evaluar los daños.

La reunión tenía el fin analizar las medidas inmediatas a tomar y las de plazo más largo que permitan aliviar los diversos inconvenientes provocados por la situación de emergencia.

Pero como la reunión tomó estado público, vecinos afectados por el agua y el barro primero y luego otros que se fueron sumaron por el enorme malestar y descontento con las autoridades municipales a quienes se responsabiliza de la situación por el manejo que tuvieron con canalizaciones seriamente cuestionadas, se llegaron a la Municipalidad para reclamar.

En un primer momento hubo momentos de tensión afuera del edificio ya que una fuerte custodia policial impedía que entraran. Finalmente se autorizó el ingreso y la reunión derivó en durísimos cuestionamientos a las autoridades municipales y a algunos exconcejales que participaron en distintos aspectos en la autorización de polémicas y cuestionadas canalizaciones en las que se invirtieron millones de pesos, que generaron fuertes críticas y advertencias de que lo hecho traería consecuencias no deseadas.

Lo cierto es que en medio de la preocupante situación que vive Cafayate, la reunión del Comité de Crisis sirvió para que los vecinos refrescarán las críticas de aquel momento y reclamaran por las consecuencias que sufrieron con este último desborde.

Los reclamos de los afectados en esta oportunidad iban desde las pérdidas  materiales sufridas y por los momentos de tensión que se vivieron en muchos hogares ante la impotencia e incertidumbre que generan situaciones de estas características.

En concreto y tras la reunión, oficialmente no se conoció ningún informe detallando una evolución de daños y consecuencias ni acciones de mitigación de estos. Tampoco se dio a conocer un plan de trabajo inmediato que permita llevar tranquilidad a la población ante la posibilidad de nuevas lluvias en las próximas horas.

Lo único a lo que la comunidad tuvo acceso personal es a ver una sola máquina de Vialidad Nacional trabajando en la zona del puente del Río Chuscha sacando las enormes piedras que lo taponaron y provocaron los desbordes en diversos lugares del cauce.

El trabajo, si bien permitió remover los obstáculos más grandes, está lejos de haber dejado en condiciones más o menos optimas de que el puente soporte una nueva crecida de magnitud.