Es un Tannat hecho en Colomé que obtuvo el máximo puntaje otorgado en los Decanter Wine Awards 2020, junto a etiquetas de Francia, España y Estados Unidos.
En el mapa, la Bodega Colomé se ve como un puntito en medio de la nada, en la enormidad del Valle Calchaquí. Está ubicada sobre la Ruta Provincial N° 53, a 190 kilómetros al sudoeste de la capital de Salta. De ese páramo rodeado de los viñedos más altos del país (3.111 metros) salió uno de los cinco mejores vinos del mundo, según la última edición de los prestigiosos Decanter Wine Awards.
El Tannat Lote Especial 2018 obtuvo el galardón máximo, la medalla de platino, y fue elegido Best in Show (mejor de su ronda), una distinción que alcanzaron 50 etiquetas del total de 16.518 que se cataron a ciegas en Londres. Pero eso no es todo: de esas 50, solo cinco alcanzaron el puntaje más alto, 98 (el máximo es 100) y el tinto salteño estuvo en esa selección, junto a dos franceses, un español y un estadounidense.
En las últimas dos ediciones de este concurso (2018 y 2019), dos vinos argentinos habían sido Best in Show con 97 puntos, pero fueron Malbec. Este año no solo se superó la marca en la calificación sino que sorprendió que el elegido resultara un Tannat, una variedad de uva poco cultivada en el país (864,8 hectáreas, según datos del INV de 2019) y hasta desconocida por gran parte de los consumidores.
Esta cepa, originaria de Maridan, en la zona de los Pirineos del suroeste francés, llegó a Sudamérica a través de la inmigración vasca. Se plantó primero en Uruguay, donde se convirtió en el emblema de su viticultura y adquirió un estilo más ligero por el influjo del clima oceánico.
En Argentina se distribuye principalmente en Mendoza, San Juan y Salta, pero se la utiliza mayormente para elaborar vinos de corte o blends (es decir, mezclas de cepas) por lo cual no son muchas las opciones en góndolas o vinotecas con un 100% de composición de Tannat. Una pena, teniendo en cuenta que por su estructura tánica puede maridar muy bien con las carnes rojas, una pasión nacional.
La altura le sienta bien al Tannat, que alcanza en el norte del país una gran calidad, como señaló a Clarín la sommelier Paz Levinson. En Colomé tienen solo 2 hectáreas plantadas y producen menos de 15 mil botellas del Lote Especial, que proviene de un viñedo ubicado a 2.300 metros. De modo que, quien quiera probar la añada 2018 tal vez ya no la consiga en stock, pero sí podrá encontrar la 2019, recién salida al a la venta «y tan buena como la anterior», según el enólogo responsable de su elaboración, el francés Thibaut Delmotte.
«Hacemos una partida limitada porque apuntamos a algo distinto. Fuimos los primeros en tener Tannat a semejante altura, donde hay mucha amplitud térmica entre el día y la noche, lo que permite conservar la acidez y la frescura sin perder concentración», explica Delmotte, nacido en Borgoña y radicado en Argentina desde 2005. «Seguramente, a aquel que lo prueba por primera vez la palabra que le viene a la mente es ‘fuerte’, por la intensidad de su color oscuro y las lágrimas que tiñen la copa. Pero es un vino que se puede beber inmediatamente o guardar por varios años», considera.
El anuncio del premio para su vino a Thibaut le llegó en medio de la cuarentena aislado en familia -vive en Colomé con su esposa salteña, Mónica, y dos hijos de 7 y 6 años, Sofía y Esteban-. En otro contexto, habría viajado a Londres para recibir el galardón, pero ahora se conforma con celebrarlo a la distancia con su equipo de trabajo, conformado por unas 50 personas.
En el área comercial de la bodega es donde más festejan: al día siguiente del anuncio recibieron llamados con pedidos del producto desde todo el mundo. Sin embargo, el enólogo asegura que esto no cambiará su filosofía de «edición limitada», ya que su mayor producción está orientada al Malbec, la variedad con la que ya habían sido reconocidos internacionalmente en varias oportunidades. De hecho, entre los vinos destacados por Decanter, hay otro de Colomé (Auténtico Malbec 2019, medalla de oro y 95) y uno de Amalaya (Malbec 2019, medalla de platino y 97 puntos). Esta última es la bodega de Cafayate de los mismos dueños, la familia Hess, de origen suizo.
A diferencia de otros vinos de alta gama premiados que pueden costar varios miles de pesos y resultar inaccesibles para gran parte de la población argentina, Thibaut destaca que para ellos mantener una buena relación precio-calidad es parte de la filosofía de trabajo. Los precios de algunas de sus etiquetas lo confirman: el Tannat de Colomé se vende a $ 700 y el Malbec de Amalaya, a $ 400, un valor por debajo del de otros vinos de su categoría.
Volviendo al premio, el enólogo concluye: «Estamos muy orgullosos de ser parte de una tendencia al descubrimiento de otras cepas en Argentina más allá del Malbec. Aunque sea en una franja chica del mercado, siempre hay quienes buscan probar cosas nuevas. No hay que quedarse encerrado en una sola variedad o estilo de vino».