Según el reporte de las autoridades sanitarias de la provincia nuestra ciudad llegó a los 191 contagios y el panorama parece desbordado.

Junto con el aumento de positivos también crece la incertidumbre ante las informaciones confusas emitidas desde el COE de Cafayate respeto de los fallecimientos ya que en el último parte no se dio el total de decesos por coronavirus y el caso de Eleuterio Carpanchay sigue sembrando dudas ante el llamativo silencio de Dr Carlos Vargas al respecto.

El fuerte crecimiento de la curva de contagios en nuestra ciudad muestra las fisuras de las medidas dictadas desde el COE ya que el hecho de que la cantidad de casos positivos este llegando a la barrera de los 200 muestra que algo falló en el sistema de control impuesto por Vargas y los otros integrantes del Comité.

Algo no se hizo, o algo se hizo mal para que la situación se agrave de la forma que hoy presenta y que haya obligado al propio gerente del hospital a tener que  salir a decir públicamente que el sistema sanitario “desbordará” lo que representa una aceptación del fracaso de sus decisiones, las que muchas de las veces quedaron al borde de lo autoritario ante el silencio absoluto del Intendente Almeda y las funcionarias judiciales que también conforman el COE.

A lo grave de la situación sanitaria, hay que agregarle las permanentes confusiones de la información emanada por las autoridades sanitarias locales respecto de la cantidad de casos, los nexos epidemiológicos o las demoras o silencios permanentes respecto de las muertes que han generado fuertes reclamos a Vargas y al COE por parte de los familiares de los fallecidos por desatenciones, destrato, desconsideraciones o indiferencia entre otras acusaciones que se hicieron públicas.