El jueves pasado hubo una concentración frente al nosocomio y una marcha hasta la Plaza principal convocada por ATE. Las denuncias ahora también involucran al gerente Carlos Vargas.
El conflicto por denuncias de profesionales y trabajadores del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Cafayate de violencia de género e institucional motivó que la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) convocará a una marcha el jueves pasado en repudio por la situación y la inacción del Ministerio de Salud Pública de la provincia ante la situación denunciada.
Con carteles y afiches que reclamaban “Basta de violencia!”, “Por un trabajo digno, sin violencia laboral” y “Alerta, en este sector sufrimos violencia laboral, por eso nos organizamos y luchamos para cambiarlo”, los manifestantes instalaron una mesa informativa para la comunidad frente al Hospital y luego marcharon hasta la Plaza 20 de Febrero.
Marcela Rodríguez – delegada de ATE Cafayate y agente sanitaria del hospital local, dijo que el “médico denunciado en la Justicia, Aníbal Baeza, y hasta el gerente del hospital” (Dr. Carlos Vargas) tienen “malos tratos sobre quienes trabajan” en el hospítal en general, y sobre las mujeres en particular. “Las instrumentistas de quirófano, por ejemplo, son maltratadas por el doctor Vargas, que es cirujano, cuando están en situación de cirugía”, expresó la dirigente.
La denuncia que detonó el conflicto
Recordemos que el 17 de febrero pasado, la directora de la Zona Oeste de Salud Pública de la Provincia, Dra. Sandra Hermosilla, recibió en su despacho del Grand Bourg una denuncia contra el accionar del médico violento y la inacción del gerente Vargas, con la firma de casi 50 profesionales y trabajadores del Hospital Nuestra Señora del Rosario, entre quienes se encuentran las jefas de los servicios de Pediatría, Nutrición, Estadística, Enfermería, Mantenimiento y Servicios Personales, del área de Personal y el gerente administrativo.
Esa nota fue acompañada por denuncias de agosto del 2020, que habían realizado tres enfermeras del Hospital de Cafayate contra el Dr. Aníbal Baeza, quien les “faltó el respeto, con palabras irreproducibles y delante de colegas y pacientes”. Esas denuncias, según denuncian ahora, al llegar al escritorio del gerente, Carlos Vargas, quedaron guardadas en un cajón.
Durante la marcha se repudió el comunicado emitido en su momento a favor del médico denunciado firmado por algunos empleados del hospital, al que de manera sorprendente se sumó el Gerente, Carlos Vargas, quien debería guardar cierta distancia ya que tiene la obligación por protocolo de actuar en primera instancia ante las denuncias.
En ese mensaje público, de carácter intimidatorio y de vehemente apoyo al denunciado por violencia, no tan solo se hace una defensa del Doctor Baeza, sino que instan de manera preocupante a una”condena social” de la denunciante y sostienen que “no pueden permitir” que la prensa informe sobre la denuncia.
La sugerencia de instar a una condena social de cualquier persona, además de repudiable, significa sin dudas, una revictimización de la denunciante.
Por su parte la intimidación a los medios de comunicación a dejar de informar sobre un hecho existente, como lo es la denuncia, además de temerario, sin dudas que significa un acto de soberbia inusitada y un intento brutal de censura inexplicable y repudiable.