Parte del trabajo se realizó en El Anfiteatro de la Quebrada de Las Conchas y participó Mariana Carrizo, Lautaro D¨amico y copleros de la zona.
El equipo de Proyecto GRAPa (Grupo de Relevamiento Acústico del Patrimonio) surgió de una colaboración entre el Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Universidad Católica de Salta (UCASAL) y la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ)
El equipo de Proyecto GRAPa (Grupo de Relevamiento Acústico del Patrimonio) surgió de una colaboración entre el Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo e Innovación de Ucasal y la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Este equipo de profesionales que lleva más de tres años estudiando las características acústicas de los Valles Calchaquíes en Salta y su relación con el canto de la Copla, recibió el reconocimiento del programa de Subvenciones de Investigación y Preservación desde los medios oficiales de Latin Grammy Foundation.
Lo integran: Francisco Durante, Damián Payo, Manuel Eguía, Mauro Zannoli, Lisandro Fernández, y Juan Barthe.
“El objetivo es poner en diálogo la música ancestral de una región con el paisaje en el que fue concebida a partir de la investigación acústica y la realización de registros audiovisuales que puedan experimentarse utilizando tecnologías inmersivas”, señalaron los profesionales del Proyecto GRAPa, al momento de conocer que fueron galardonados. Además, anunciaron que el premio será destinado a la producción de registros sonoros y visuales en Los Valles Calchaquíes.
Es importante señalar que este equipo cuenta con la participación de la reconocida coplera Mariana Carrizo quien tiene una profunda relación entre el canto con caja y los valles, en cuyos paisajes aprendió a cantar en la niñez.
“En un contexto atravesado por la conectividad, el consumo de redes sociales y una lógica de diseño sonoro capaz de romper con conceptos como la espacialidad en pos de elementos de consumo masivo, Proyecto GRAPa busca generar un impacto en la conciencia de los habitantes de la comunidad de la música latina, proponiendo una visión más abarcativa de la cosmovisión de las comunidades ancestrales”, indicaron los profesionales.
Proyecto GRAPa está conformado por una serie de trabajos individuales interrelacionados de relevamiento, registro y promoción del Patrimonio Acústico de distintas regiones de nuestro país.
“Nos referimos al Patrimonio Acústico como aquellos lugares que por sus características morfológicas y ambientales involucran la experiencia auditiva como parte inseparable del entorno. Estos aspectos acústicos varían a lo largo del tiempo como consecuencia del uso, las transformaciones ambientales y la degradación de sus materiales. Por ello vemos necesario retratar dichos espacios a través de estudios acústicos y morfológicos que permitan preservar sus características. Registramos estas particularidades sonoras realizando medidas acústicas específicas mediante Respuestas Impulso con micrófonos Ambisonics y fuentes direccionales. Asimismo, buscando explorar las particularidades que cada espacio ofrece a partir de estudios antropológicos de uso y entrevistas a quienes visitan y utilizan constantemente dichos espacios”, sostuvieron los responsables, quienes agregaron “Realizamos una serie documental audiovisual en la que se recoge la experiencia del trabajo de campo (estudios acústicos y registros musicales). Esta serie muestra cómo, la exploración de cada espacio (estudio morfológico y sonoridad particular en cada caso), es expuesta y potenciada al experimentarla a través del sonido producido por los instrumentos y voces propios de cada práctica musical en diálogo con el paisaje.
El registro en audio y video inmersivo permite difundir el canto acorde a su práctica y enmarcado en su lugar de origen. A partir de mecanismos de reproducción para Realidad Virtual, el espectador tiene una experiencia vivencial más completa al poder situarse en puntos en los que la expresión artística cobra mayor relevancia, tal es el caso, por ejemplo de una ronda de copleras registras desde el centro mismo de la ronda. En la provincia de Salta, la reconocida coplera Mariana Carrizo encuentra una profunda relación entre el canto con caja y estos valles. Su participación en Proyecto GRAPa fue indispensable para el reconocimiento y aprendizaje del canto de la copla en relación al paisaje.
Los espacios donde realizar estos registros, más allá de tenerlos en cuenta por sus características acústicas y el paisaje sonoro que los integran (en la mayoría de los casos únicas), son determinados por varios factores: significante de uso que tiene y tuvo para la sociedad; atractivo turístico y cultural; accesibilidad.
A partir de una exhaustiva investigación, se decidió explorar siete espacios, agrupados en tres regiones del país, relacionando cada región con el canto, la música y las expresiones culturales que la integran: Región Noroeste, Región Cuyo Patagónica, y Región Noreste.
“La Región Noroeste está caracterizada por valles y quebradas colindantes a la Cordillera de los Andes, cuenta con Áreas Protegidas que formaron parte del antiguo camino del Inka en Argentina. En esta región serán estudiados tres espacios: El Anfiteatro, en la Quebrada de las Conchas (Salta), Parques Provinciales de Ischigualasto y Talampaya (San Juan); y La Quebrada de Humahuaca, en La Puna, Jujuy. El canto de la copla es una de las expresiones identitarias de la región, practicada por distintas comunidades desde tiempos ancestrales y transmitida por vía oral. Su forma de ejecución está muy ligada al entorno natural, por lo cual consideramos que es un claro exponente del Patrimonio Acústico y Sonoro. Como práctica cultural, se expresa de modo ritual en rondas improvisadas donde las cajas y voces se alternan continuamente”, acotaron finalmente los profesionales.